Velayos ha remitido una carta a la dirección del partido en la que explica sus motivos para renunciar a su candidatura en Bizkaia por el Senado. Según indica en la misiva, no puede participar en "la enajenación de los intereses de los ciudadanos de Euskadi que por derecho tienen adquiridos y reconocidos en la Constitución, y más cuando la supresión de los mismos no es posible sin la participación del resto de partidos".
Así, acusa a la dirección de Ciudadanos de haber "utilizado" en la campaña a Euskadi "para obtener votos de otras comunidades" y afirma que "a ese juego no colaboro más veces".
También muestra su "total disconformidad" con la dirección del partido en Euskadi, "en donde se ha ido excluyendo mediante expulsiones, dedazos y malas prácticas a personas de gran valía, dejando al frente de la organización a gente que ni me representan ni representan el ideario del partido". En este momento, considera que Ciudadanos es el partido "que menos democracia interna practica de todo el espectro político".
Asimismo, expresa su "decepción" con la actual dirección del partido en Barcelona, "que no sólo ha permitido determinadas conductas poco acordes con el ideario del partido, sino que también ha tomado parte de ellas al expulsar del partido a afiliados de gran valía con peregrinas argumentaciones", así como con el comportamiento del partido en los casos de "irregularidades administrativas" vividas en la Rioja.
Velayos muestra su "total rechazo" a cualquier propuesta que encabece Nicolás de Miguel, a quien acusa de realizar "expresiones muy poco honorables y comportamientos impropios de alguien que representa un colectivo humano". A su juicio, "encarna todo lo negativo de la vieja política, a años luz del papel regenerador que pretende Ciudadanos".
"No puedo aceptar que él y otros señores que proceden de otros partidos entiendan la política como un sistema de empleo y solo se preocupen de captar votos, importando un bledo los ciudadanos hasta las próximas elecciones", ha criticado.
Por último, expresa su deseo de seguir perteneciendo al partido, para "poder luchar por llevar adelante el ideario del mismo y ver una
regeneración real en la política nacional", y confía en que sus "discrepancias con la actual dirección en Euskadi no sean utilizadas" para expulsarle del partido.