La brusca caída del precio del petróleo y la drástica contracción de la economía marcaron la evolución de las cuentas de la compañía, así como la apreciación del dólar frente al euro en los últimos meses del año.
De hecho, en los tres últimos meses de 2008, la petrolera registró unas pérdidas de 158 millones de euros, principalmente, por el ajuste del inventario de petróleo de la compañía a precios de cierre del ejercicio.
Si no hubiera sido así, la empresa habría ganado un 4,8 por ciento, hasta 5.503 millones de euros, en el conjunto del año, en el que invirtió 5.586 millones y logró reducir su deuda en 159 millones hasta los 3.334 millones.
Esa "cómoda" posición, explicó Brufau, da a Repsol YPF la capacidad financiera suficiente para cubrir 5.700 millones de euros de inversiones en 2009, año que estará marcado por la evolución del precio del crudo, pero en el que no prevé ninguna variación en el accionariado de la compañía.
De hecho, Brufau reconoció que le parecería "perfecto" seguir contando con La Caixa y Sacyr entre sus accionistas de referencia.
Asimismo, consideró que las supuestas intenciones de compañías como la rusa Lukoil por tomar una posición importante en el accionariado de Repsol son ya "historia", y mostró sus dudas de que en la actual crisis alguna multinacional esté en condiciones de adquirir una parte significativa de la petrolera.
El presidente de Repsol YPF reconoció que le preocupa cómo evolucionan los títulos en bolsa, ya que aunque hoy se anotaron un avance del 4,52 por ciento, hasta los 12,73 euros, siguen estando "baratísimos" y, en su opinión, la mejor protección de una empresa para evitar sufrir una opa es cotizar a precios altos.
No obstante, a pesar del precio al que se intercambian los títulos de la petrolera, su consejo de administración decidió elevar la remuneración al accionista hasta 1,05 euros brutos, un 5 por ciento más que un año antes.
En cuanto a la retribución futura, Brufau insistió en que es muy difícil hacer previsiones porque dependerá de los resultados, que estarán condicionados nuevamente a la evolución del precio del crudo.
El petróleo, según las previsiones que maneja la compañía, se mantendrá por debajo de los 45 dólares por barril durante la primera mitad del año y, a partir de entonces, Brufau expresó su deseo de que se recupere, no sólo por la evolución de Repsol YPF, sino porque supondría una mejora de la economía mundial.
A pesar de la incertidumbre económica, Brufau espera seguir avanzando en su plan estratégico, que recoge una inversión total de 12.300 millones de euros sólo en grandes proyectos y exploración entre el periodo 2008-2012.
En cuanto a la filial argentina YPF, el presidente aseguró que se mantiene la intención de colocar en el mercado en torno al 25 por ciento de su capital, aunque actualmente se estudia la forma más idónea de hacerlo, que -en explicaciones a los analistas- dijo que podría ser mediante un socio local.
Además, en este ejercicio, Repsol YPF intentará cumplir su plan de ahorro que supone recortar costes en "al menos" 1.500 millones de euros, que ayudarán a mantener la disciplina financiera de la petrolera, "muy importante en época de vacas flacas" y para salir fortalecido de la crisis.