El primer asunto que va a estar sobre la mesa hoy del primer Consejo de ‘Ministras y Ministros’ de Pedro Sánchez es el desafío catalán. Una de las prioridades del nuevo Gobierno es reconstruir la relación rota con el Ejecutivo de Quim Torra, con quien quiere que se produzca un acercamiento antes del verano. En el traspaso de poderes, el ministro de Exteriores, Josep Borrell, lanzó un mensaje de firmeza frente a los independentistas. Meritxell Batet, ministra de Política Territorial, hizo una promesa de diálogo, que provocó un gesto de la exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, muy criticado.
Otro reto inminente de Sánchez son los presupuestos que le deja el PP y que va a enmendar en el Senado. Podemos le pide a los socialistas la subida de las pensiones ligada al IPC y la equiparación de permisos de paternidad. Y medidas sociales para ganarle espacio a la formación de Iglesias es precisamente lo que prepara el nuevo Ejecutivo: sobre sanidad, dependencia e igualdad laboral. Para darles tiempo a aterrizar en sus cargos, por cortesía, el Congreso ha decidido darles un respiro a los nuevos ministros y ha suspendido la sesión de control de la semana que viene.