Revilla se ha expresado así este miércoles en rueda de prensa para hacer balance del primer año de gestión del PP tras su mayoría absoluta en las autonómicas del año pasado y tras la celebración, la semana pasada, del primer debate sobre la orientación política del Gobierno (el debate sobre el estado de la región).
Un debate en el que, según ha detallado el líder regionalista, del discurso con 27.262 palabras del presidente, el paro sólo lo mencionó dos veces, mientras que pronunció en 51 ocasiones la palabra Revilla.
El expresidente ha expresado su "preocupación" por la actitud de Diego, algo que "no ha visto jamás" en el Parlamento, citando las afirmaciones "increíbles" que hizo el presidente sobre la oposición (cuando llamó "conversos" a los regionalistas y añadió que la actitud de los "conversos" también se producía en el entorno de ETA), que, ha reiterado, "traía escritas de casa".
También se ha referido a la "merma de la democracia" que a su juicio suponen las ausencias de Diego del Parlamento, adonde acude "por obligación" sólo para "levantar la mano en las votaciones", dejando luego el escaño, demostrando así que "sólo le interesa el Gobierno", "ninguneando" a la oposición.
Revilla ha señalado que todos los indicadores económicos han ido a peor desde la llegada del PP, mientras que con su gobierno Cantabria tenía uno de los menores paros y deuda de todo el país.
Además, ha apuntado que tras los meses de junio y julio, las siguientes perspectivas de creación de empleo "no son nada halagüeñas", a lo que contribuye la ausencia de inversiones y la política "entusiasta" de la "tijera" y el "recorte".
El expresidente ha lamentado lo sucedido con proyectos como Colegios de Mundo Unido ("nos arrepentiremos por habernóslo cargado") o la reducción "a la mitad" del plan eólico. Y ha censurado que en lugar de la reivindicación, Diego se comporte como un "siervo", "al servicio de Rajoy", con situaciones como la del Hospital de Valdecilla.
Al hilo de esto, Revilla ha recordado que al comenzar el mandato de Diego, éste "movilizó a toda la sociedad de Cantabria" para la reclamación de la deuda del Estado con la comunidad, cifrada en 590 millones de euros, con el apoyo del PRC, en una petición de la que ahora "no queda nada".
El secretario general del PRC ha definido como un "desierto" la obra pública en Cantabria, tanto estatal como regional, y ha reiterado las críticas a la "ignominia" de la paralización que también hizo el exministro de Fomento socialista José Blanco.