En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha subrayado la importancia de que no vuelva a repetirse una situación como la provocada por ambos políticos con su reciente visita a Cuba, donde fueron recibidos por el presidente Raúl Castro sin conocimiento previo del Gobierno español.
La vicepresidenta ha explicado que cuando "personas de relevancia" como un expresidente y un exministro visitan determinados lugares de "trascendencia", la posición que trasladen en sus mensajes "tiene que estar bien entroncada dentro de la acción exterior del Estado", que implica a más actores además del Gobierno de turno.
El actual jefe de la diplomacia española tildó el jueves la visita de Zapatero y Moratinos a Cuba de "desleal" e "inoportuna" y lamentó que ninguno de los dos le llamara para informarle de con quién iban a reunirse e intentar coordinar con el Ejecutivo los mensajes que allí trasladarían.
Tras la queja del ministro, Moratinos llamó a García-Margallo para informarle de la entrevista de dos horas y media que mantuvieron con Castro --quien no quiso recibir a García-Margallo cuando éste visitó la isla en noviembre-- y adelantarle el programa del resto de su viaje, que les llevará a Bolivia, donde se verán con Evo Morales.