En declaraciones a los periodistas en Almería, Susana Díaz ha insistido en que "hay que estar enfermo para pensar que alguien se puede limpiar la mano por acariciar o abrazar a una familia" o por pensar que "alguien pueda tener rechazo por otra persona por el color de su piel, por su raza o por su identidad, por cualquier elemento que afortunadamente tenemos en la Constitución que defiende la igualdad".
"No me cabe en la cabeza que alguien pueda pensar que otra persona, porque acaricie a una persona de una raza distinta después se limpie la mano", ha señalado la socialista, que entiende que tras ese planteamiento puede haber dos situaciones, "o está enfermo o piensa así porque en algún momento de su vida no siempre fue un defensor de la igualdad, de la libertad, de la convivencia o de la plena integración", y ambas cosas, ha asegurado, "me preocupan".
De esta manera, para la secretaria general del PSOE-A, "en estas alturas de vida, en el siglo XXI, que haya quien piense así, es que está enfermo".