El Ejecutivo, a través de un comunicado de la Secretaría de Estado de Comunicación, ha realizado esta precisión después de que varias Comunidades Autónomas, así como el Ayuntamiento de Madrid, hayan denunciado "privilegios" para Cataluña al permitirle emitir deuda pública después de que así lo acordaran el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el de la Generalitat, Artur Mas, en una reunión en La Moncloa.
El Ejecutivo central ha precisado en dicho comunicado que, como el resto de comunidades autónomas, Cataluña debe cumplir el objetivo de déficit del 1,3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2011.
Las autorizaciones de endeudamiento solamente se producirán para financiar dicho déficit y los vencimientos de deuda (refinanciación) de años anteriores, ha indicado el Gobierno de España.
Como el resto de comunidades autónomas que lo han solicitado, Cataluña presentó el pasado 31 de enero ante el Ministerio de Economía y Hacienda un Plan Económico Financiero de reequilibrio a tres años para cumplir el objetivo de déficit y que supone una reducción de gasto del 10% en 2011.
Este Plan, como los de las demás comunidades autónomas, deberá ser aprobado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Por ello, según el Ejecutivo, las autorizaciones que concederá, en su caso, el Ministerio de Economía y Hacienda responderán al esfuerzo que acredite cada comunidad para cumplir "con rigor" el objetivo de déficit.
Las mismas reglas para todas las comunidades
El Gobierno ha asegurado que "sigue las mismas reglas" para todas las comunidades: la legislación vigente (la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas y la Ley de Estabilidad Presupuestaria) y los acuerdos adoptados con las autonomías en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Para los ayuntamientos, la Ley de Haciendas Locales, reformada en 2002, impide la refinanciación de la deuda de años anteriores y sólo lo autoriza para nuevas inversiones.
Los demás se sienten discriminados
El acuerdo Zapatero-Mas ha suscitado un aluvión de reacciones en cadena, comenzando por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que ha asegurado que la autorización que el Gobierno ha dado a Cataluña para endeudarse es "una discriminación clara" a los madrileños.
También desde las filas populares, la secretaria general del PP y presidenta de la formación a nivel regional, María Dolores de Cospedal, ha pedido a Zapatero que explique por qué ahora todos los españoles tienen que pagar el "derroche" del tripartito de Cataluña, "capitaneado por el PSOE".
El acuerdo tampoco es visto con buenos ojos por algunos presidentes socialistas, como el de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que ha avisado al Gobierno que no acepta ni aceptará "un trato discriminatorio" hacia esta comunidad autónoma en relación con la posibilidad de aumentar su endeudamiento.
El presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, se ha subido al carro de las críticas hacia el acuerdo, y lo ha enmarcado "dentro del estilo de Zapatero, a unos los maltrata y a otros les da muchos besos, para mantenerse en el poder".