Urrusolo Sistiaga evita incriminar en un juicio a un ex compañero de comando porque "han pasado 25 años"

EUROPA PRESS 12/02/2015 12:51

El histórico etarra José Luis Urrusolo Sistiaga, actualmente expulsado de la banda y acogido a la 'vía Nanclares' que agrupa en la cárcel de Zaballa (Álava) a los terroristas arrepentidos, ha evitado en el juicio celebrado contra Juan Jesús Narváez Goñi identificarle como el compañero del 'comando Ekaitz' con quien mató a dos policías en 1991 en Barcelona porque "han pasado 25 años"

El antiguo dirigente de ETA ha comparecido como testigo y, por tanto, con obligación de decir verdad, a petición de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional contra Narváez Goñi, que se ha negado a declarar y se enfrenta a una petición fiscal de 60 años de cárcel como acusado de dos asesinatos terroristas y al pago a los herederos de las víctimas de una indemnización de 300.000 euros por cada una de ellas.

En la vista oral, otro antiguo integrante del 'comando Ekaitz' Fernando Díaz Torre ha rehusado también incriminar al acusado al desdecirse de sus declaraciones policiales alegando que fue "obligado" a declarar en su contra. Aunque ha negado sufrir "una enfermedad que le afecte a la memoria", el etarra ha dicho que "han pasado muchos años y no recuerda las caras" de sus compañeros.

"COMENZABA A VER QUE LA ACTIVIDAD DE ETA NO TENÍA SENTIDO DESDE 1988"

En la misma línea, se ha expresado Urrusolo Sistiaga, que ya fue condenado por el asesinato de los dos policías --uno de ellos todavía en prácticas-- y que ha explicado que él mantenía discrepancias con la organización desde la ruptura en 1988 de la tregua declarada a raíz de las conversaciones de Argel. "Yo pensaba que se tenía que haber llegado a un acuerdo y comenzaba a ver que la actividad de ETA no tenía sentido", ha añadido.

Esas diferencias no le impidieron participar en el asesinato de los dos policías el 13 de diciembre de 1991 tras formar parte de un "comando itinerante" que se "movía en una furgoneta de un sitio para otro". "Recuerdo el atentado en sí, pero han pasado 25 años y hay muchas cosas de las que no me acuerdo bien", ha respondido.

Entre ellas y, a preguntas de la abogada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) Carmen Ladrón de Guevara, Urrusolo Sistiaga ha dicho no recordar si Narváez Goñi fue el otro militante con quien perpetró el atentado ya que "no recuerda" su físico y utilizaban alias que iban cambiando. En este sentido, ha afirmado que su nombre salió en los periódicos y la televisión, pero no sabe si Narváez Goñi fue también identificado en los medios.

Tras ello, han declarado varios testigos presenciales que observaron como dos terroristas "se liaron a tiros" contra dos policías que, en ese momento, se encontraban desprevenidos conversando con el propietario de una tienda de auto radios. "Me eche al suelo pensando que el siguiente era yo", ha relatado el dueño del comercio, que anotó la matrícula del coche en el que huyeron los terroristas.

Seguidamente, varios policías han explicado que la cámara de videovigilancia de un banco captó la imagen de los dos presuntos individuos que minutos después dispararon contra los agentes.

"DEMOSTRAR LA FACILIDAD" DE MATAR A POLICÍAS

En su escrito de conclusiones, el Ministerio Público explica que Narváez Goñi formaba parte en 1991 del comando 'Ekaitz', que tenía encomendada la perpetración de acciones terroristas en la ciudad condal ante la próxima celebración de los Juegos Olímpicos. A mediodía del 13 de diciembre de 1991, Narváez Goñi y José Luis Urrusolo Sistiaga observaron mientras transitaban por Barcelona cómo dos agentes uniformados se encontraban en el interior de un comercio de auto radios.

Tras rebasar el comercio y pasar por delante de una oficina bancaria, cuyas cámaras de videovigilancia grabaron su imagen, los terroristas actuaron con el propósito de "demostrar la facilidad" con la que podían asesinar a miembros de las Fuerzas de Seguridad y descargaron sus armas sobre los policías, aprovechando que estaban "desprevenidos y hablando de forma despreocupada con los responsables del comercio".

Los disparos provocaron el fallecimiento en el acto de José Garrido, policía en prácticas, y heridas de gravedad a Francisco José Delgado, que murió poco después durante su traslado al Hospital. Los miembros del comando se dieron a la fuga y dejaron abandonado el vehículo, donde se encontraron 14 huellas digitales correspondientes a Narváez Goñi.

Además, un etarra del mismo comando detenido en 1992, Fernando Diaz Torre, le reconoció fotográficamente como la persona que cometió los asesinatos junto a Urrusolo Sistiaga.