Muchos vecinos de El Palmar (Valencia) presentaron sus quejas ante la masiva presencia de terrazas en las calles que dificultan el acceso y paso de los vehículos. "Hay bastante revuelo y hay gente que está molesta y gente que no", declaraba una vecina.
Tras tantas reclamaciones, el Ayuntamiento de Valencia ha decidido retirar algunas de las mesas y sillas de los establecimientos. "La seguridad no es negociable", ha apuntado el Concejal de Comercio y Espacio Público, Carlos Galiana.
Sin embargo, el alivio de los vecinos ha supuesto el disgusto de los hosteleros, quienes han protestado contra esta medida del Gobierno: "Es una milonga que se han inventado".
Con la retirada de las terrazas, alegan, la plantilla de empleados "se va a rebajar a más de 40 personas los fines de semana". Por lo que los dueños de los restaurantes afectados tratarán de renegociar con el Ayuntamiento los términos de esta normativa.