Venezuela y Bolivia, otra vez en la mira de EE.UU. por la falta de cooperación en la lucha contra las drogas

EFE 27/02/2009 18:26

Estados Unidos hizo estas observaciones en el informe elaborado por el Departamento de Estado sobre la lucha antinarcóticos y la cooperación de otros países durante el 2008.

Este reporte servirá de base al Gobierno del presidente Barack Obama para decidir, en septiembre próximo, si suspende la ayuda económica a las naciones en su "lista negra", en la que el año pasado figuró Venezuela y Birmania, y por primera vez Bolivia.

En el extenso documento, el Departamento de Estado también advirtió que la generalizada corrupción en los países centroamericanos, que constituyen una importante zona de tránsito, perjudica la lucha contra el narcotráfico.

El Gobierno de EE.UU. está preocupado por el narcotráfico y la violencia asociada al crimen organizado en México, y si bien elogió sus esfuerzos "sin precedentes" en la lucha antinarcóticos, también alertó que la corrupción en las instituciones perjudica el combate contra los carteles.

Durante la presentación del informe, el secretario de Estado adjunto para la lucha antinarcóticos, David Johnson, reconoció que es "clave" que EE.UU. y otros países consumidores de estupefacientes reduzcan la demanda para debilitar los incentivos que hacen del narcotráfico un negocio lucrativo y difícil de desarraigar.

Lo mismo se aplica a las drogas provenientes de Afganistán, que continuó siendo el mayor productor mundial de opio, pese a que el cultivo de la amapola cayó en un 19 por ciento.

Estados Unidos considera que el Gobierno afgano coopera en general con la comunidad internacional para erradicar la lacra del narcotráfico, pero señala que "es necesaria una mayor voluntad y un esfuerzo político, a niveles centrales y provinciales".

En Latinoamérica, las críticas más duras cayeron a Venezuela y Bolivia, países con las que Estados Unidos mantiene una difícil relación y que se agravó el año pasado con la expulsión mutua de sus embajadores.

El Departamento de Estado afirmó que Caracas, que suspendió en 2005 la cooperación antidrogas con EE.UU., ha rechazado cooperar a nivel bilateral en casi todas las cuestiones de narcóticos.

Esta falta de cooperación contribuye en gran parte a las relaciones bilaterales "frías" entre ambas naciones, apuntó.

La negativa de Caracas a cooperar y el éxito de Colombia en la lucha antinarcóticos ha provocado que los traficantes desvíen sus rutas hacia Venezuela, según el documento.

De hecho, el Gobierno estadounidense aseguró que desde el 2002 el volumen estimado de drogas que atraviesa territorio venezolano se ha quintuplicado.

Pese a esta situación, EE.UU. se mostró abierto a "reanudar la cooperación con Venezuela" en esta materia, siempre que el país latinoamericano "dé pasos concretos que demuestren su compromiso".

En cuanto a Bolivia, destacó que es una zona clave de tránsito de la cocaína procedente de Perú y que permanece como tercer productor de esa droga, y manifestó su preocupación por la creciente influencia de carteles colombianos y mexicanos en la nación andina.

Además, advirtió que la salida "forzada" de los agentes de la agencia antidrogas estadounidense (DEA) de Bolivia provocará que los programas antinarcóticos sufran "un deterioro serio".

Estados Unidos suspendió en diciembre pasado los beneficios de la preferencias arancelarias de la ATPDEA por la falta de cooperación de Bolivia en la lucha antinarcóticos.

En este contexto, el Departamento de Estado pidió al presidente Evo Morales que permita el regreso de la DEA al país y que "revierta" su política de expansión de los cultivos de coca.

En contraste a estas críticas, el Gobierno estadounidense felicitó en su informe a Colombia, que batió un récord con el decomiso de cocaína, a Perú, por haber superado su objetivo de erradicación de coca, y a Ecuador.

Al mismo tiempo, recomendó a Bogotá fortalecer "su presencia en áreas de conflicto mientras mejora la capacidad institucional para proveer servicios y oportunidades económicas" y a Ecuador, aumentar los patrullajes cerca de la frontera con Colombia, para mejorar el combate a los carteles de la droga.