"Consideramos absolutamente fuera de lugar, cualquier llamado a organismos internacionales y mecanismos regionales que pudiesen involucrar a Venezuela en este conflicto interno" señaló hoy a través de un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Este comunicado se da un día después de que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, le reiteró a su colega venezolano, Hugo Chávez, que ayude a detener a los presuntos guerrilleros de las FARC que el pasado 29 de abril mataron a ocho militares colombianos cerca de la frontera común y que, según Bogotá, estarían en Venezuela.
Además de a Venezuela, Uribe apeló a la Organización de Estados Americanos (OEA), al Grupo de Río, a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y a toda la comunidad internacional para que ayuden a Colombia en la tarea de detener a los "asesinos materiales e intelectuales" de los ocho soldados.
Pero la Cancillería venezolana recordó hoy que "las razones fundamentales del conflicto colombiano, del cual el pueblo venezolano ha sido históricamente víctima, residen exclusivamente en Colombia y han de ser resueltas por los colombianos de forma soberana e independiente".
Por ello, rechazó la aparición de posibles iniciativas para implicar a Venezuela en el conflicto y califica de "error" el pretender "descargar responsabilidades sobre un pueblo y unas autoridades venezolanas que deben asumir los costos de un enfrentamiento que es extraño a su realidad y a su idiosincrasia".
Además, expresó "toda la voluntad del Gobierno y del Pueblo de Venezuela para participar, en las condiciones que el pueblo y el Gobierno de Colombia lo consideren necesario, en cualquier iniciativa que tenga por propósito sincero la búsqueda de la Paz".
De otra parte, la nota diplomática agradeció las "manifestaciones de condolencia" de Uribe tras la muerte ayer de 16 militares y un civil venezolanos cuando se estrelló el helicóptero en el que patrullaban una zona de la frontera con Colombia.
En el comunicado se considera que dicho accidente es una prueba de la entrega de los militares venezolanos a la tarea de garantizar "la paz y la seguridad de los habitantes de las zonas fronterizas".
La Cancillería destacó en ese sentido que "las vidas de estos 17 compatriotas se suman al inmenso tributo pagado por el pueblo venezolano como consecuencia del conflicto que, por más de 50 años, ha azotado a Colombia, y que no cesará hasta tanto ese pueblo hermano haya encontrado el camino de la Paz y la concordia".