Dimisión sonada ha sido también la del eurodiputado Willy Meyer, de Izquierda Unida. En este caso por tener su plan de pensiones ligado a unos fondos con especial tratamiento fiscal. Una de las llamadas Sicavs. Algo que no es ilegal pero sí alejado de la ética según su propia formación política. Willy Meyer dimite aunque asegura que hasta hace dos días desconocía que su fondo de pensiones del Parlamento Europeo estaba gestionado por una Sicav. Es un tipo de sociedad que no goza de buena fama y que va en contra de la ideología de IU porque con frecuencia son instrumentos usados por las grandes fortunas por su baja tributación. Pero Willy Meyer no es el único que suscribió este fondo. Junto a él hay casi 40 eurodiputados españoles, Entre ellos, Miguel Arias Cañete, Elena Valenciano, Cristóbal Montoro y Rosa Díez. Hasta 2009 cada uno de ellos aportaba casi 1.200 euros mensuales al plan y la eurocámara casi el doble. Legal es, como ha explicado el Parlamento Europeo que dejó de hacer aportaciones a este fondo en 2009 cuando se aprobaron las nuevas retribuciones económicas para los eurodiputados.