Zapatero considera que el Gobierno hace "los deberes" mientras el PP se aferra a las encuestas

AGENCIA EFE 08/02/2011 07:32

Zapatero ha intervenido ante los diputados, senadores y europarlamentarios socialistas reunidos en el Congreso, a quienes ha dicho que lo más importante en estos momentos es buscar respaldos para las medidas económicas, porque "las reformas y los cambios -ha argumentado-, con acuerdo, son más fuertes".

Poco antes de que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pronosticara que el PP ganaría las elecciones generales al PSOE por 10,1 puntos de diferencia, Zapatero ha emplazado a los suyos a poner en segundo plano los comicios autonómicos y locales de mayo frente a la trascendencia de las reformas económicas y la búsqueda de consensos.

Lo ha hecho con la convicción de que "la tarea de hoy es una siembra importante para la cosecha" que la sociedad espera ver en el futuro, con una economía productiva que genere empleo.

Aunque ha querido ser realista a la hora de confesar que no habrá un cambio de tendencia profundo, "de la noche a la mañana", en materia de empleo, sí ha puesto el acento en la necesidad de sentar desde hoy mismo las bases de una nueva economía.

Para ello, ha abogado por tener "a todo el país" detrás y por que todo el mundo asuma e interiorice la necesidad de las políticas emprendidas, y ha pedido un esfuerzo para sumar al mayor número de fuerzas políticas posibles a los acuerdos.

Ha avanzado además que el Consejo de Ministros del viernes aprobará la reforma integral de las políticas activas de empleo en cumplimiento del acuerdo económico y social pactado con la patronal y los sindicatos, al tiempo que ha garantizado que no permitirá una privatización de las cajas de ahorro a precio de saldo.

"No tengáis ninguna duda; mañana se dirá que hicimos lo que teníamos que hacer, que cumplimos con nuestra responsabilidad", les ha dicho a los parlamentarios socialistas, más relajados desde que la semana pasada se firmó el pacto social.

Y es que precisamente en el grupo socialista en el Congreso es donde se habían alzado en los últimos tiempos algunas voces contrarias a la línea reformista del Gobierno, especialmente con el retraso de la edad de jubilación a los 67 años, pero también con la reforma laboral o los ajustes para adelantar la reducción del déficit público.

A puerta cerrada, Zapatero ha podido palpar hoy un ambiente bien distinto, después del acuerdo logrado con patronal y sindicatos para consensuar los temas más espinosos, como la reforma de las pensiones.

Tampoco ha faltado de su discurso lo que considera como "las señas de identidad" del PSOE, en alusión a las políticas sociales y a la defensa del Estado del bienestar.

Una vez que se hayan encarrilado las reformas económicas, los socialistas quieren retomar el camino de los derechos civiles e impulsar leyes como la de muerte digna o la de igualdad de trato.

En este capítulo, algunos diputados, como José Antonio Pérez Tapias, son partidarios de estudiar la eliminación de la casilla del IRPF correspondiente a la Iglesia, a fin de evitar "elementos de discriminación" hacia otros ciudadanos de confesiones religiosas distintas a la católica.

Las críticas al PP también han estado presentes en esta reunión. En abierto, Zapatero prácticamente ha eludido mencionar al principal partido de la oposición y se ha limitado a opinar que "se le han subido las encuestas a la cabeza y por eso ya no les cabe ni una idea, ni una línea de programa".

Ya a puerta cerrada, según han explicado a Efe algunos de los asistentes, el presidente del Gobierno ha censurado "la doble vara de medir" del PP respecto a la situación generada después de la presentación de un nuevo partido abertzale, Sortu, que rechaza la violencia, incluida la de ETA.

Se ha preguntado Zapatero, en ese contexto, qué hubiera dicho el PP si Batasuna hubiera anunciado un rechazo a la violencia etarra durante el Gobierno de José María Aznar.