Sus dueños no podían creerse lo que veían sus ojos cuando abrieron la puerta de su casa en la localidad de Santa Cruz, en el estado de Carolina del Norte en Estados Unidos. Su gato Max, que llevaba dos días desaparecido volvía a casa pero traía consigo una flecha que le atravesaba la cabeza de lado a lado. Max, sin mucha preocupación entró en su vivenda y fue directamente a por su comida, como si nada.
Sus dueños se lo llevaron al hospital donde fue sometido esa misma noche a una cirugia con anestesia para poder extraer la flecha. Según el veterinario que lo atendió la flecha entró por un lado de la cabeza del gato, pasó por la oreja y salió por la parte superior sin haber dañado el cerebro.
La policía aun no tiene ningún sospechoso del ataque pero un oficial de control animal trabaja exhaustivamente en el caso. La investigación se centra en el barrio donde vive Max.
Max, descansa ahora en su casa y se recupera de su herida. Seguro que por una temporada se le han quitado las ganas de salir de paseo.