¿Creían que nada bueno podía salir de un restaurante de comida basura? Eso es que no conocen a Christopher Chiappa, artista neoyorquino capaz de convertir en arte un menú de McDonald´s. Unos sandwiches le bastaron al escultor para construir un arco perfectamente equilibrado, y con unas patatas fritas Chiappa hizo una calavera que ya hubiese querido para sí mismo el pirata Barbarroja. Ambas piezas, bautizadas como McMiracles, han gustado tanto que ahora se exhiben en una galería de Nueva York. Pero ésta no es al primera vez que Chiappa se atreve a jugar con la comida. Una pelota de baloncesto hecha de maíz fue su primer logro.