Ha sido necesario que una veintena de médicos de diferentes especialidades se pusieran de acuerdo sobre cómo afrontar el complejo caso de Guo Qingpo, según publican medios británicos.
El hombre llegó a tener unas mamas del tamaño de balones de fútbol y sufría por el problema estético, pero también por las acusaciones que recibía.
Durante muchos años se negó a salir de casa, porque la gente lo acusaba de estarse sometiendo a un proceso de cambio de sexo.
La pesadilla que ahora termina, tras seis horas de intervención quirúrgica, comenzó hace diez años cuando notó algo raro en el tamaño de sus pechos.
"Noté que mis pechos eran más grandes que los de los demás hombres, pero pensé que estaba engordando y no le presté mucha atención", ha contado.
Hace apenas dos años el tamaño llegó a los límites. "Comenzaron a crecer escandalosamente hasta ser tan grandes como balones de fútbol. La gente me miraba adondequiera que iba."
Guo Qingpo visitó varios hospitales en las principales ciudades chinas, pero ninguno accedió a operarlo, hasta que finalmente encontró un hospital en Jinan dispuesto a intervenir sobre el problema.
Después de un mes de recuperación el hombre se ha presentado en público. Los expertos creen que sufría del síndrome de lipodistrofia, un trastorno metabólico que provoca la distribución anormal de la grasa en el cuerpo.