Un teléfono móvil conectado a las cámaras de seguridad del hogar alertó a la familia de que alguien se encontraba llamando sin parar a su puerta durante más de tres horas. En cuanto los inquilinos de la casa se percataron llamaron urgentemente a las autoridades policiales para ponerles al corriente de lo sucedido. Estos no tardaron en personarse y comenzar a investigar el caso.
Gracias a las grabaciones de una cámara de seguridad próxima a la casa, la Policía consiguió identificar al individuo que propició este gesto inquietante. Roberto Arroyo, que había estado horas observando desde la entrada de la casa, se desnudó para orinar en el patio, y también robó un cable de extensión.
Los agentes se sorprendieron ante el hecho, ya que era curiosa la manera de abordarlo. Dave y Sylvia Dungan, los dueños de la casa, le dijeron a la Policía que ellos no estaban en casa cuando ocurrió el incidente, pero sus hijos sí. A pesar del ruido, los hijos no despertaron ni se vieron perjudicados en ningún momento.
El dueño de la casa ironizaba después con el hecho en una cadena de televisión americana: “Luego te ríes de eso porque técnicamente no hizo nada”, le dijo Dungan a KION-TV. “Esto simplemente refuerza lo importante que es tener seguridad en tu hogar”.
Al parecer, la propiedad de los Dungan no sería la única parcela que el investigado trató de intimidar. De ser detenido éste podría ser acusado de delitos menores.
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