Más defensa antiaérea: la OTAN urge proteger a Ucrania de los misiles rusos

  • La OTAN dice que reforzar la defensa antiaérea de Ucrania es "una prioridad urgente"

  • La lluvia de misiles lanzada por Putin contra las ciudades ucranianas impulsa la ayuda a Kiev de los aliados occidentales

  • Suministrar a Ucrania ciertos sistemas de defensa es un desafío que se enfrenta a problemas de abastecimiento

La lluvia de misiles rusos contra ciudades ucranianas, como la del pasado lunes, aterroriza a la población civil. Kiev suplica más ayuda para hacer frente a los feroces ataques lanzados por Vladimir Putin esta semana y los países occidentales recogen el guante. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha pedido en las últimas horas a los aliados que refuercen de forma urgente la defensa antiaérea de Ucrania para que el país pueda defenderse. Un día antes, el presidente Volodímir Zelenski demandaba a los líderes del G7 que acelerasen los suministros y contribuyesen a crear un "escudo aéreo". Cómo aumentar, y hacer efectiva, esa ayuda frente a la invasión rusa se ha convertido en el centro de las conversaciones que el miércoles iniciaron en Bruselas más de 50 países occidentales en una reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania.

La adquisición de sistemas de defensa antiaérea para derribar misiles es una prioridad para Kiev y la Alianza Atlántica. El propio Stoltenberg afirmaba antes de la reunión de ministros de Defensa el miércoles: "Los aliados han proporcionado defensa aérea pero necesitamos aún más. Necesitamos diferentes tipos: de corto alcance, de largo alcance, sistemas de defensa aérea para llevar misiles balísticos, misiles de crucero, drones". Todo, con el objetivo de defender al territorio ucraniano "de los horribles ataques rusos contra la población", añadía.

Los países occidentales están de acuerdo; pero reconocen que obtener de forma rápida más sistemas de defensa antiaérea es un desafío no exento de dificultades. Y admiten problemas de abastecimiento. "Hay escasez de capacidad de producción", ha asegurado a Financial Times un alto funcionario occidental bajo condición de anonimato.

Sistemas de defensa aérea que recibirá Ucrania

  • Alemania ha mandado esta semana a Ucrania el primero de los cuatro sistemas de defensa antiaérea Iris-T prometidos. Para algunos expertos es el más moderno que existe. Sus proyectiles antiaéreos pueden alcanzar objetivos a una altura de 20 kilómetros y a una distancia de 40 kilómetros. El canciller Olaf Scholz ha asegurado que una sola unidad podría proteger de bombardeos a "una ciudad entera". Ni siquiera el Ejército alemán dispone aún de uno de estos sistemas completos. Según Der Spiegel, la primera unidad fabricada por la empresa armamentística Diehl Defence estaba destinada Egipto, que se la cedió finalmente a Ucrania. Los otros tres sistemas llegarán al país atacado por Rusia el próximo año.
  • El siguiente sistema antimisiles que se suministrará a Kiev es NASAMS. Lo enviará Noruega y es uno de los más avanzados del mundo (también España dispone de él). Tiene un alcance de unos 25 kilómetros y un radar de 250.
  • El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió el lunes seguir ofreciendo "sistemas de defensa aérea avanzados" tras mantener una conversación con el presidente ucraniano Zelenski. De momento, Washington ha prometido en las próximas semanas o meses dos sistemas de misiles tierra-aire NASAMS. Otros seis llegarán más a largo plazo. Ucrania anhela el sistema antimisiles Patriot, fabricado por Estados Unidos, pero de momento esa no parece ser una opción.

El pasado lunes, cuando Moscú respondió a la destrucción del puente de Kerch con el lanzamiento de más de 80 misiles, los sistemas de defensa aérea ucranianos consiguieron neutralizar la mitad, 43. Desde el inicio de la invasión, hace más de siete meses, los países de la OTAN han suministrado a Ucrania plataformas de defensa antiaérea (de lanzamisiles portátiles a sistemas más complejos); pero Kiev depende principalmente de sus sistemas postsoviéticos, como el Buk y el S-300. Por ello, demandan sistemas occidentales, mucho más sofisticados.

A principios de la invasión, el mandatario ucraniano habló con Israel para que le proporcionara la Cúpula de Hierro, su sistema antiaéreo Iron Dome. Sin embargo, los expertos consideran que este, más diseñado para repeler misiles de corto alcance, no es apropiado para el conflicto ucraniano, informa The Economist. Moscú está atacando a Ucrania con misiles de crucero de largo alcance como Kalibr y Kh-101, misiles balísticos Iskander y misiles de crucero hipersónicos Kinzhal.

Defender a la población civil

Durante la apertura de la reunión de Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania celebrada en la sede de la OTAN en Bruselas, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ha dicho que la ola de ataques con misiles lanzada por Moscú esta semana ha puesto al descubierto la "maldad y crueldad" de su guerra.

Por su parte, el presidente del Estado Mayor Conjunto norteamericano, Marks Milley, ha afirmado que los aliados analizan "detenidamente" las necesidades de Ucrania tras los ataques a la población civil.

El secretario general de la OTAN ha reconocido los esfuerzos asumidos hasta ahora por algunos países de la Alianza y ha explicado que es "extremadamente importante" seguir en esta línea tras los "terribles ataques indiscriminados" contra la población, infraestructuras civiles y el sistema energético. Stoltenberg ha insistido en que muchas ciudades ucranianas pueden ser objetivo de nuevos bombardeos, por lo que es necesario que la Alianza Atlántica incremente su ayuda a Kiev.

El líder de la OTAN también se ha referido a la amenaza del uso de armas nucleares por parte de Putin y ha afirmado que se le ha transmitido claramente que eso "tendría graves consecuencias" para Moscú. Y ha añadido: "Rusia sabe que una guerra nuclear no se puede ganar, que nunca se debe librar. (...) No hemos visto ningún cambio, pero nos mantendremos alerta y continuaremos monitoreando de cerca porque la retórica nuclear es peligrosa e imprudente".