Según ha explicado la ONG, que tiene a expertos desplegados en la zona, hay miles de personas que tratan de buscar desesperadamente cobijo de los intensos bombardeos y que carecen de agua, alimentos, electricidad y suministros médicos básicos.
"La situación en Debaltseve es catastrófica", ha contado en un comunicado Joanne Mariner, asesora en respuesta de crisis de Amnistía Internacional, que acaba de regresar de esta localidad y que se encuentra actualmente en Slaviansk, otro de los 'puntos calientes' del conflicto.
"He hablado con muchos ancianos que están confinados en sus sótanos, viviendo en condiciones muy extremas, en un terror absoluto. Muchos me dijeron que se sienten completamente perdidos, sin saber qué hacer. Los bombardeos son constantes. Estas personas están a la merced de fuerzas sobre las que no tienen ningún control", ha lamentado.
Mariner ha recordado que "ambas partes del conflicto tienen la responsabilidad de mantenerse fuera de las zonas civiles y de asegurar de que la gente puede evacuar la localidad de forma segura". Por su parte, ha añadido, "la comunidad internacional, y esto incluye a Rusia, debe ser más firme a la hora de condenar las violaciones de las leyes de la guerra por ambas partes".
BOMBARDEOS INDISCRIMINADOS
Según explica AI, Debaltseve es un cruce ferroviario estratégico y un bastión de las fuerzas gubernamentales. La localidad ha sido objeto en los últimos días de bombardeos constantes por parte de los separatistas, que buscan hacerse con el control. La investigación que la ONG ha llevado a cabo sobre el terreno indica que "algunos de estos ataques podrían haber sido indiscriminados".
En la localidad, que tenía unos 25.000 habitantes, quedan unas 7.000 personas, mientras que las fuerzas ucranianas dicen haber evacuado a más de 2.000 desde el pasado 28 de enero. Según explica la ONG, la única carretera que lleva a la localidad está siendo bombardeada de forma constante, lo que hace peligrosa la huida a los civiles que quedan.
"El Gobierno ucraniano debe adoptar todas las medidas factibles para proteger a la población civil de todas las localidades afectadas, incluido ayudando a evacuar a aquellos que quieren huir y trasladándoles a zonas seguras", ha defendido Mariner.
Por su parte, "los separatistas prorrusos deben permitir a los civiles marcharse y deben cesar todos los bombardeos indiscriminados", ha añadido.
ABUSOS POR AMBOS BANDOS
Este lunes, Amnistía había asegurado en otro comunicado que su investigadora había conseguido recopilar "espantosas pruebas" de la muerte de civiles a manos de ambos bandos en los últimos días en Donetsk y Debaltseve tras hablar con testigos y con víctimas en los hospitales.
Entre las violaciones constatadas figuran el ataque contra una entrega de ayuda humanitaria y un mercado en Donetsk y los bombardeos indiscriminados de viviendas y calles en Debaltseve.
"Esta prueba revela el horror del baño de sangre que están sufriendo los civiles, que están muriendo y resultando heridos porque ambas partes están disparando cohetes imprecisos y morteros contra zonas densamente pobladas", denunció el director para Europa y Asia Central de AI, John Dalhuisen, incidiendo en que esto constituye "una violación del Derecho Internacional Humanitario y podrían equivaler a crímenes de guerra".