Amy, la adolescente de 17 años que se bebe tres botellas de vino al día

INFORMATIVOS TELECINCO 08/09/2010 17:43

Amy comenzó a beber a los 12 años y desde entonces han tenido que lavarle el estomágo en tres ocasiones al sufrir un coma etílico.

La tasa de alcohol que los médicos encontraron en su sangre superaba doce veces la recomendada para una mujer adulta.

"Sé que me está matando, pero no puedo parar", confesó la adolescente, que vive en Chesterfield, una localidad en el condado inglés de Derbyshire. Amy trabaja en en una hamburguesería para costear su adicción, en la que gasta unos 200 euros semanales.

A las tres botellas de vino que Amy toma cada día hay que sumarle el medio litro de vodka que consume durante el fin de semana. La adolescente explicó que toma un litro de vino y diez medidas doble de vodka.

"Salgo a tomar, no a divertirme", contó la chica, quien reconoció que nunca recuerda el final de la noche. "Una vez me desperté a casi 40 kilómetros de una fiesta a la que había ido, en Derby, y no sabía cómo había llegado ahí. Fue aterrador", explicó la adolescente.

Para cuando sus padres se dieron cuenta ya era tarde. Amy empezó a robar dinero del bolso de su madre para comprar vodka. "Cuando llegaba del colegio me encerraba en mi cuarto a beber.

Me sentía rebelde", reconoció la chica. Ahora, Amy vive con su tía en Derbyshire después de que sus padres -que están divorciados- decidieran que era mejor que se alejara de la casa.

Los efectos del alcohol se dejan ver en el estado general de su salud. Amy sufre ataques de pánico y desmayos, además de que tiene el hígado como el de un adulto de 30 años.

Sobre su dañino hábito confesó que la "hace sentir desagradable, pero aún así no basta para hacerme parar. A veces me despierto temblando y tengo que tomar una copa antes de ir a trabajar".

Antes -dijo Amy- era una chica "sensible", pero la bebida lo "arruinó todo".