Aumenta la radioactividad en Fukusima

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 18/04/2011 18:05

El objetivo de estas mediciones es determinar si los trabajadores de la central podían acceder a dichos reactores para reanudar las tareas de refrigeración, especialmente en el número tres, donde no ha entrado ningún operario desde la explosión de hidrógeno del mes pasado.

El nivel de agua ha alcanzado los cinco metros en el sótano que alberga la piscina de agua radiactiva del reactor 4, ha afirmado el portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear japonesa (ASN) Hidehiko Nishiyama.

La vasija de contención del reactor 4 no contiene barras de combustible, ya que se encuentran en la piscina de refrigeración que se halla dentro del edificio del reactor. Debido al bajo nivel de agua de estas piscinas, la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO), que gestiona la planta, se ha visto obligada a inyectar grandes cantidades de agua para evitar que dichas barras de combustible se sobrecalienten.

Asimismo, el nivel de agua radiactiva en el túnel del reactor 2 sigue aumentando a pesar de reducirse unos ocho centímetros después de trasladar cerca de 660 toneladas de agua altamente radiactiva a un condensador.

Por otro lado, los niveles de radiación detectados en los reactores 1 y 3 han alcanzado los 57 milisieverts por hora, lo que dificulta los trabajos de reparación del sistema de refrigeración de la planta.

La radiación encontrada en el edificio del reactor 1 ronda los diez y los 49 milisieverts por hora, mientras que en el reactor 3 la cifra asciende hasta los 28 y 57 milisieverts por hora, según ha informado la cadena japonesa NHK.

El pueblo, insatisfecho con la gestión

Mientras, nuevas encuestas de opinión muestran que la mayoría del pueblo japonés están insatisfecho con la gestión del Gobierno de la crisis atómica. Los sondeos, publicados en tres periódicos de ámbito nacional, indican que los japoneses están perdiendo la paciencia, más de un mes después de que el país fuera golpeado por un seísmo de escala 9 y un tsunami devastadores.

Dos terceras partes de los encuestados señalan que apoyan un aumento de los impuestos para pagar la reconstrucción, cuyo coste ha sido estimado en 300.000 millones de dólares, lo que lo sitúa como la catástrofe natural más costosa de la historia. RSO