"Los estadounidenses tomaron el cuerpo de Bin Laden en custodia después del tiroteo, lo llevaron de vuelta a Afganistán en helicóptero y confirmaron su identidad. Un funcionario de EEUU dijo que fue enterrado en el mar, de conformidad con la práctica islámica", es hasta ahora la versión oficial ofrecida por el Gobierno norteamericano sobre la muerte del líder de Al Qaeda.
Pese a ello, son muchos los que no confían en la versión de la Administración Obama y dudan de la veracidad de la muerte de Bin Laden. Así, mientras la mayoría celebra la caída del terrorista más buscado del planeta, otros ponen en entredicho la operación militar y centran sus críticas en el presidente de EEUU, cuya popularidad ha crecido en las últimas horas.
Las teorías conspirativas señalan que la muerte de Bin Laden no ha sido demostrada hasta el momento y critican que, de ser así, no se hayan mostrado imágenes del cadáver para acallar rumores.
A estas dudas además se debe sumar el hecho, según la versión de EEUU, de que el cuerpo del líder de Al Qaeda ha sido arrojado al mar. Tal y como han asegurado fuentes americanas, el cadáver fue sepultado en el agua para cumplir con la ley y tradición islámicas y para evitar que ningún país se convirtiera en lugar de culto del terrorista.
Por otra parte, y aunque poco a poco se van conociendo detalles de la intervención militar, muchos sostienen que todavía no se conoce ni quién efectuó los disparos que acabaron con Bin Laden ni si realmente éste opuso resistencia, ni si, de verdad, éste se encontraba en la mansión de Abbottabat.
Además, la difusión el lunes de una supuesta imagen del cabecilla de Al Qaeda alentó aún más las dudas sobre la muerte. Horas después de su publicación se explicó que fue un montaje por lo que todavía no hay pruebas gráficas del asesinato de Bin Laden por parte de las fuerzas de seguridad americanas. EPF