La máxima corte de Brasil aprobó la pasada noche que la unión entre personas del mismo sexo también conforma una familia.
"El órgano sexual es un plus, un bonus, un regalo de la naturaleza. No es un peso, un estorbo, menos aún una represalia de los dioses", explicó el instructor de la causa Carlos Ayres Britto al condenar el prejuicio hacia los homosexuales, incluso en la desigualdad de derechos.
El fallo consideró familia a las relaciones homoafectivas estables y estableció la equiparación del derecho de las parejas homosexuales con las heterosexuales.
La única opinión en contra fue la del magistrado Hugo Cysneiros, representante del episcopado, quien mostró su rechazo a la decisión y alegó que la constitución "es clara" cuando se refiere al matrimonio y dice que está compuesto por "un hombre y una mujer".
El primer pedido para abrir la acción jurídica a favor de las uniones entre personas del mismo sexo fue realizado por la Procuraduría General de la Unión que argumenta que no reconocer los derechos de las parejas homosexuales afecta los principios de igualdad de la Constitución.
La segunda cuestión fue a petición del gobernador de Rio de Janeiro, Sérgio Cabral, que exigió reconocer los derechos de las parejas homosexuales dentro de la administración pública de ese estado.