Crimea, una región ucraniana mayoritariamente rusófona, decidió el 16 de marzo en un referéndum incorporarse a Rusia, país al que perteneció hasta que en 1954 el entonces dirigente soviético, Nikita Jruschev, decidió cedérsela a Ucrania.
La anexión quedó oficializada esa misma semana, tras la firma por parte del presidente ruso, Vladimir Putin, del decreto reconociendo la independencia de Crimea y después de que el Parlamento ruso diera el visto bueno a la inclusión de este territorio en la Federación Rusa.
Como consecuencia de la anexión, Moscú anunció que todos los residentes de Crimea recibirán nacionalidad rusa, salvo que expresamente renuncien a ello y prefieran mantener la actual.
Así las cosas, el responsable del departamento de pasaportes del Servicio Federal de Migraciones ruso, Fedor Karpovets, indicó este martes que se están emitiendo a diario 13.000 pasaportes rusos en Crimea y que se reciben más de 15.000 solicitudes diarias.