Denuncian los casos de abusos y torturas de niños nigerianos acusados de brujería

INFORMATIVOS TELECINCO 05/05/2011 11:31

Niños, incluso menores de dos años, han sido quemados, envenenados, enterrados vivos o encadenados durante semanas después de ser acusados de ser brujos, según el informe. En un caso, de un niño de 11 años, fue asesinado vertiéndole ácido; en otro caso, una chica a la que introdujeron un clavo en la cabeza ha quedado minusválida para toda la vida. El pasado septiembre un hombre intentó enterrar a dos gemelos de seis años a los que consideraba responsables de la muerte de su mujer.

Aunque la creencia en la brujería estuvo bien establecida en Nigeria y otros países africanos hasta finales de los años 90 del siglo pasado eran las mujeres y los ancianos los que más sufrían las acusaciones. Ahora algunas familias culpan a sus hijos de las desgracias que les afectan como la muerte, la enfermedad o el alcoholismo.

Muchas acusaciones han sido hechas por sacerdotes que luego cobran a las familias un precio por practicarles 'exorcismos'. Después de que el niño sea acusado, el sacerdote lleva a cabo largos rituales. Algunas veces los niños son encadenados en las iglesias y obligados a ayunar durante semanas o son golpeados y torturados hasta que confiesan.

Cuatro de cada cinco niños acusados de brujería son abandonados por sus familias y forzados a dormir a la intemperie. En un caso especialmente terrible, la policía descubrió a un niño de ocho años encerrado en una habitación con el cuerpo de su madre. El tío del chico le acusaba de usar brujería para matarla e intentó meter su cabeza en el cuerpo del cadáver antes de abandonarle

Gary Foxcroft, fundador de Stepping Stones Nigeria, ha indicado que los niños proceden a menudo de hogares rotos o han sido expulsados de casa de alguna manera. "O son muy inteligentes o sufren dificultades de aprendizaje. Algunos de ellos tienen dificultades físicas como epilepsia, se hacen pis en la cama o sufren de sonambulismo", ha indicado