Descubre después de 34 años que sus hijos no murieron en un accidente de coche

INFORMATIVOS TELECINCO 10/08/2010 10:47

El que hizo desaparecer a los niños fue, en realidad, el padre, Jimmy Black, quien se los llevó a vivir con él tras el divorcio, según la versión que contó a los medios Victoria Rohring, la madre.

Rohring se había divorciado de su marido, Jimmy Black con el que tuvo a Scott y a Karen, de cinco y siete años respectivamente.

Ella habla de una misteriosa llamada que recibió en octubre de 1976, cuando una persona no identificada le informó de que sus hijos habían muerto en un accidente.

La mujer, al principio, pensó que le estaban mintiendo pero, al no obtener más información a pesar de haber contratado a un detective, se fue resignando a la idea de que les perdió para siempre.

"Para mí fue algo devastador no poder ver los restos de mis hijos, y no poder enterrarlos. No podía decirles adiós", ha contado Rohring. "Nadie me decía nada y necesitaba respuestas", dijo entre sollozos en una entrevista con la NBC.

Su suerte cambió cuando, hace unas semanas, recibió una llamada de una mujer que ayudaba a su hijo Scott a buscar a su madre. Rohring pensó que se trataba de otra llamada "cruel", como la de hace 34 años, hasta que esa misma noche la llamó su hijo.

El reencuentro tuvo lugar en Atlanta (Georgia), donde ahora residen sus dos hijos. "Jamás volveré a perder a mis hijos. Jamás, jamás", dijo Rohring, ahora de 63 años.

Las dos caras de la historia

Scott y Karen, que durante todo este tiempo vivieron con su padre, asegurna que éste, durante todos estos años, les dio datos contradictorios sobre su madre.

Les dijo que estaba en el Ejército, que era asistente social y hasta en una ocasión les aseguró que ella los abandonó "en el portal de la casa".

Por su parte, Jimmy Black, que vive en la casa de su hijo Scott, insiste en que su ex esposa dejó de preguntar por sus hijos tras el divorcio y niega la existencia de aquella llamada de 1976.

El hombre dice que su ex mujer dejó de llamar a sus hijos después de la ruptura. Aún así Scott dijo que no guarda ningún rencor a su padre porque "siempre será mi padre, es una persona, y no puedo tirarlo a la calle si no tiene dónde ir".

Como los niños presuntamente habían fallecido en un accidente, Black nunca afrontó cargos criminales ni hubo un proceso formal para discutir la custodia.

En Estados Unidos, el secuestro de niños es un delito pero en la década de 1970 no constituía una alta prioridad para las autoridades policiales, que lo achacaban a "problemas familiares".