Según explica The Telegraph, Tiffany fue detenida cuando el avión aterrizó pero se la dejó en libertad horas después. Los investigadores federales que la interrogaron después de que el vuelo finalizara concluyeron que no trataba de abrir la puerta sino que estaba tratando de estabilizarse después de sufrir un ataque de pánico causado por las turbulencias.
Una fuente cercana a Tiffany ha indicado a The New York Post que "ella dice que ya le había pasado esto antes, pero nunca tan mal, y que no se había tomado su medicación".
Kathleen Longsderff, directora de la agencia de modelos en la que solía trabajar ha explicado a CBS News que "ella ha sufrido problemas menores de ansiedad en el pasado, pero siempre ha mantenido un alto nivel de profesionalidad en su carrera de modelo".
Alison Crole, portavoz de la compañía aérea Jet Blue ha observado que "colaborarán completamente con las autoridades locales".
El incidente se produce sólo unas semanas después de que un auxiliar de vuelo de la compañía fuera arrestado por desplegar un paracaídas de emergencia después de ser insultado por un pasajero.