Las autoridades estadounidenses han ampliado la investigación que se lleva a cabo en Long Island para tratar de atrapar al posible asesino en serie que ha sembrado el pánico en la isla neoyorquina.
Así, varios buzos han empezado a rastrear el agua de las agrestes y solitarias playas donde desde diciembre se han localizado en un radio de unos diez kilómetros un total de diez grupos de huesos.
Además, y con el apoyo del FBI, que se ha sumado a la investigación, en breve se batirá la zona con aviones que fotografiarán en alta resolución el terreno, con la esperanza de que eso ayude a localizar posibles restos humanos.
Los nuevos medios se sumarán así a los trabajos de rastreo que desde hace días lleva a cabo la policía local con la ayuda de perros entrenados.
Cuatro cuerpos identificados
Hasta ahora, cuatro cuerpos ya han sido identificados y pertenecen a los de cuatro mujeres que anunciaban sus servicios como prostitutas en la página de anuncios clasificados Craigslist y que fueron todos hallados en una desértica franja de playa.
Si se confirma la hipótesis del 'serial killer', se trataría del tercer caso en la región en los últimos 20 años.
El mayor asesino en serie de la zona fue Joel Rifkin, de 52 años, condenado a cadena perpetua por el asesinato de nueve mujeres, en su mayoría prostitutas, entre 1989 y 1993. EPF