El Gobierno colombiano condiciona el diálogo con las FARC al cese del terrorismo
EFE
11/02/200900:00 h.Así lo manifestó hoy el ministro de Relaciones Exteriores, Jaime Bermúdez, a un grupo de periodistas extranjeros en Bogotá, donde dijo que el Ejecutivo del presidente Álvaro Uribe sólo se sentaría a hablar cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejen de "asesinar y secuestrar".
El canciller hizo estas declaraciones un día después de que se conociera el contenido de dos comunicados de las FARC, en los que la guerrilla más antigua de América anunció que solo liberará a los 22 policías y policías que tiene en su poder si unos 500 guerrilleros son excarcelados.
Las notas fueron entregadas por los cabecillas rebeldes a la senadora Piedad Córdoba el jueves pasado, cuando recibió al último de los seis secuestrados que las FARC prometió liberar en diciembre de 2008.
Sin ofrecer una respuesta oficial a estos comunicados, según dejaron claro fuentes de la Cancillería, Bermúdez insistió a los periodistas en que el Gobierno ha sido "muy flexible" y "ha aceptado más de 14 fórmulas distintas para un acuerdo humanitario".
Aclaró que en los últimos años "el Gobierno liberó de forma unilateral a más de 250 guerrilleros de las FARC como una señal de paz", incluido a Rodrigo Granda, uno de sus dirigentes, en respuesta a una petición del presidente francés, Nicolás Sarkozy.
El jefe de la diplomacia colombiana recordó que se ha llegado a aceptar "la facilitación de ex presidentes, miembros de la oposición y Gobiernos extranjeros, asumiendo costos y riesgos políticos enormes" con el único propósito de resolver el largo conflicto del país.
"El Gobierno lo único que exige es cesar las hostilidades, dejar de asesinar y secuestrar. El Gobierno no pide a las FARC que entreguen las armas de inmediato, ni que se desmovilicen de inmediato", aseveró.
Bermúdez propuso así "un esquema parecido al que se utilizó en Irlanda del Norte", al insistir en que "la peor irresponsabilidad del Estado sería permitir que las FARC se vieran fortalecidas".
El mandatario colombiano "ha sido muy claro al decir que combatirá con todo rigor de la fuerza legítima del Estado a los terroristas mientras persistan los actos de terror", apuntó.
Pero también manifestó que Uribe ha expresado su "generosidad a quienes deseen hacer la paz, desmovilizarse y entregar las armas".
En este sentido, informó que en los últimos años se han desmovilizado 48.000 combatientes en Colombia, de ellos 16.000 miembros de las FARC.
"El Gobierno sigue abierto a buscar la libertad de todos los secuestrados (...). El Gobierno siempre ha estado abierto, ha ofrecido todo tipo de condiciones y garantías", reiteró el ministro.
"Lo que se pide de nuevo no es nada distinto de que dejen de matar para sentarse a negociar. Lo que pide Colombia a esos terroristas es que tomen una decisión en serio de negociar la paz", matizó.
Sin embargo, el canciller dijo que mientras las FARC sigan perpetrando ataques terroristas y matanzas como la del lunes pasado, cuando masacraron a un grupo de indígenas, o los recientes atentados en Cali y Bogotá, no hay opción al diálogo.
El jefe de la diplomacia colombiana también consideró que las FARC han perdido capacidad, al explicar que actualmente puede haber entre 7.000 y 9.000 hombres en armas frente a los 30.000 de hace algunos años.
"Hay que estar alertas y vigilantes, pero la capacidad de realizar actos de terrorismo, de tomar pueblos, está muy limitada", estimó.
Las últimas liberaciones de las FARC, organización que ha recibido en el último año sus mayores golpes con la pérdida de sus máximos líderes y el rescate de rehenes clave, como Ingrid Betancourt, han sido interpretadas por los analistas como un "gesto político" que estaría buscando el diálogo.
Pero estos hechos también se entienden como la última condición de los guerrilleros para lograr el ansiado canje de prisioneros.