"Honduras dejó de ser el país más violento en la faz de la tierra", ha dicho durante la presentación de su informe anual ante el Congreso. "Quebramos la tendencia", ha celebrado, destacando que "ese es un logro de todos los hondureños".
Hernández ha achacado este resultado a la ofensiva militar que ha lanzado para acabar con la inseguridad ciudadana y el crimen organizado, que ha sido muy criticada porque, de acuerdo con activistas, ha dado lugar a violaciones de los Derechos Humanos.
De acuerdo con cifras preliminares del Ministerio de Seguridad, los homicidios habrían bajado el año pasado a 56 por cada 100.000 habitantes desde los 75 de 2013, justo antes de que el líder conservador llegara al Gobierno.
Por su parte, el Observatorio de la Violencia, de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, registró en 2014 una reducción a 68 homicidios por cada 100.000 habitantes respecto a los 79 de 2013. Aún no ha facilitado las cifras correspondientes a 2015.
Además, el jefe de Estado ha destacado que "en dos años, se ha reducido en un 70 por ciento el paso de droga por el territorio hondureño". "Y eso genera un ambiente diferente en el país", ha valorado, de acuerdo con la prensa local.
Estos "esfuerzos de seguridad" han permitido al Gobierno "salvar más de 3.000 vidas de hondureños" y detener a "más de 3.000 criminales entre narcotraficantes y extorsionadores".
DESEMPEÑO ECONÓMICO
Respecto a la economía del país centroamericano, Hernández ha manifestado que "en términos de finanzas públicas la casa está en orden" y que se ha logrado bajar el déficit "en cinco puntos", al tiempo que se ha conseguido retomar "la senda del crecimiento económico sostenido".
"El crédito para Honduras es más barato y en mejores condiciones, y tenemos las puertas abiertas para el crédito nacional e internacional", ha destacado el mandatario.
Asimismo, ha precisado que el Estado está "haciendo frente" a sus "obligaciones presupuestarias" y pagando "puntualmente" su deuda.