Hollande ha respondido en rueda de prensa a preguntas sobre la situación económica de Francia y a su futuro político. El mandatario ha vinculado ambos factores con una frase que deja la puerta abierta a todo tipo de escenarios: "Si uno no cumple los objetivos, no puede ser candidato".
El mandatario galo, no obstante, ha negado hablar de "fatalidad" para referirse al repunte de la tasa de paro, en niveles récord. "No hay una subida inexorable", ha apuntado, para a continuación insistir en que seguirá con las "reformas" y lo hará "hasta el final".
Hollande ha defendido en otro momento que tanto él como su Gobierno mantienen una línea socialista y que, sí ha adoptado medidas puntuales que han favorecido a las empresas, es para que el país "sea fuerte y pueda distribuir la riqueza".
En este sentido, ha abogado por alcanzar el "éxito colectivo", aunque sea a costa de su propia imagen. "La popularidad no debe ser nunca un factor de decisión", ha matizado Hollande, comprometido con "tomar decisiones hasta el final" de su mandato cueste lo que cueste.
El mandatario galo también ha advertido del riesgo de caer en el "populismo" y ha subrayado que la comunidad internacional señala a los países que entran en este tipo de derivas.