Insulza admite que la OEA necesita más facultades para prevenir crisis

AGENCIA EFE 26/08/2010 00:00

Una lección en este sentido fue el caso de Honduras, donde un golpe de Estado provocó una ruptura democrática el año pasado, reconoció Insulza en Bogotá, al aludir otros acontecimientos de conflicto como la ruptura de las relaciones de Ecuador y Venezuela con Colombia.

"Hay que tener más facultades para actuar antes de que las crisis se produzcan y no cuando las crisis se han producido", defendió el diplomático durante una reunión con la prensa extranjera en la sede de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz (MAPP), instituida por la OEA para verificar el desarme paramilitar en este país.

Sobre Honduras, el secretario general de la OEA pronosticó que se está cerca de una solución al problema generado por el golpe de Estado contra el entonces presidente Manuel Zelaya.

Y en el caso de la crisis diplomática de Colombia con Ecuador, también en vías de superación, Insulza sostuvo que "fue bien enfrentada por la OEA, al extremo de sus posibilidades, de acuerdo con la Carta de la organización".

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, rompió las relaciones con el Gobierno de Álvaro Uribe en respuesta a un bombardeo colombiano a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano.

En aquel ataque, ocurrido el 1 de marzo de 2008, murieron el segundo al mando y portavoz internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), "Raúl Reyes", y otras 25 personas, entre rebeldes y civiles, entre ellos cuatro mexicanos y un ecuatoriano.

La OEA ha facilitado acercamientos y gestiones que llevaron a Bogotá y a Quito a trazar, el pasado septiembre, una "hoja de ruta" que ha permitido avanzar hasta la designación de encargados de negocios.

Las FARC también han estado de por medio en la crisis de Colombia con Venezuela, que se ahondó el pasado 22 de julio con la decisión del presidente Hugo Chávez de romper relaciones con Bogotá.

Lo hizo después de una sesión del Consejo de Permanente de la OEA, celebrada ese mismo día a solicitud de Colombia, para mostrar supuestas pruebas de la presencia de las FARC en territorio venezolano.

La ruptura se mantuvo hasta el 10 de agosto pasado, tres días después de la investidura del presidente Juan Manuel Santos, quien recibió a Chávez en el balneario caribeño de Santa Marta y anunciaron el restablecimiento de las relaciones y la creación de varias comisiones de seguimiento.

"No creo que Colombia esté en ninguna operación para desestabilizar a Venezuela, y no creo que Venezuela sea el elemento principal de las FARC", apuntó hoy Insulza.

"Yo no creo que ninguna de esas dos cosas sean ciertas, pero tiene que quedar claro en los protagonistas que eso no es así y que es posible colaborar", subrayó el diplomático chileno, quien hoy concluyó una visita de dos días a Bogotá.

El secretario general de la OEA llegó procedente de Costa Rica, primera escala de una breve gira por la región emprendió el domingo pasado y que cerrará en Haití.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y su canciller, María Ángela Holguín, recibieron hoy a Insulza en la Casa de Nariño (sede del Ejecutivo) un día después de que el secretario general de la OEA se reuniera con el vicepresidente del país, Angelino Garzón.

"Creo que el ánimo (de Santos) es bueno, tiene una gran intención de mejorar sustantivamente sus relaciones con los vecinos", expresó después el diplomático.

Insulza recordó que Colombia ha intensificado sus gestiones para el pleno restablecimiento de las relaciones con Venezuela, mediante un encuentro entre cancilleres realizado el pasado viernes en Caracas, y con Ecuador, cuyo titular de Exteriores, Ricardo Patiño, se encontrará mañana en la población fronteriza colombiana de Ipiales (suroeste) con Holguín.

"Estamos muy alentados por el fortalecimiento de las relaciones entre Ecuador y Colombia y entre Colombia y Venezuela", expresó Insulza, al apuntar: "nosotros somos absolutamente favorables a la creación de un clima adecuado a las relaciones vecinales entre todos los países de la región".

Asimismo, observó un ambiente favorable para la gestión de los asuntos "muy importantes" que estos países deben afrontar, como la pobreza, el comercio, la criminalidad o el narcotráfico.