Por un par de días el Distrito de Columbia, en Washington, albergará, quizá, cuatro veces más personas que su población regular "se espera que unos dos millones se acerquen hasta la capital para seguir la ceremonia de investidura", y tendrá más tropas y agentes de seguridad que los enviados a la guerra en Afganistán.
Por eso, los trastornos para quienes viven en esta ciudad de 560.000 habitantes, así como para la gente que vive en Virginia y Maryland y trabaja en Washington, ya han comenzado. Las autoridades han cerrado el tránsito de vehículos privados en los puentes sobre el río Potomac. Será el martes cuando Washington quedará prácticamente sellado, ya que se cerrarán al tránsito los 10 puentes que unen el distrito de Columbia con Maryland y Virginia sobre los ríos Potomac y Anacostia, que estarán patrullados por lanchas armadas del Servicio de Guardacostas.
45.000 agentes y más cien cámaras de vigilancia
Aunque las autoridades no han recibido amenazas que merezcan mucho crédito, la operación que dirige el Servicio Secreto incluirá 7.500 soldados regulares, 10.000 soldados de Guardia Nacional y 25.000 policías llegados de diferentes Estados. La Policía Metropolitana colabora con 99 agencias policiales federales, estatales y locales, y el FBI tendrá 600 agentes en servicio.
El Ejército de EEUU tiene una brigada lista para la respuesta en caso de ataque químico o biológico y tanto el Departamento de Seguridad Nacional y sus 16 agencias policiales como la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) han intensificado su vigilancia de los grupos supremacistas blancos que, en meses recientes, han intensificado su retórica racista. En toda la ciudad hay 94 cámaras de vigilancia, además de las permanentes en las estaciones del tren subterráneo y las que se emplearán desde helicópteros.
La ceremonia frente al Capitolio donde Obama jurará el martes estará protegida por un enorme escudo transparente, que consiste en cuatro láminas de plástico irrompible que pesa casi cinco toneladas. Luego recorrerá 2.700 metros hasta la Casa Blanca por la Avenida Pensilvania a bordo del protegidísimo 'Obamamóvil'.
Sin prostitución ni mendicidad
Por otra parte, la policía del Distrito de Columbia ha letreros en los que se lee: "Advertencia: Zona libre de prostitución". Y no va de palabra sólo: la infracción conlleva una multa de 300 dólares y posible estancia en la cárcel. En la capital de EEUU la prostitución es ilegal, pero no es ilegal que las personas "holgazaneen" en algunas esquinas a la espera de clientes. Sin embargo, durante estos días, está prohibido todo. Nadie podrá estar apostado en las zonas que suelen frecuentar para ese comercio.
E incluso las autoridades comenzarán este lunes a trasladar a todos los sin techo de la zona a albergues de las afueras de Washington, donde tendrán cama y comida caliente.
MV