Investigan al presidente del banco del Vaticano por blanqueo de dinero

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 21/09/2010 19:45

El Instituto vaticano para las Obras Religiosas (IOR) no es acusado directamente de reciclaje, sino de haber omitido de suministrar los datos requeridos.

La justicia italiana sospecha que el banco del Vaticano administra a través de cuentas anónimas, identificadas sólo con la sigla IOR, importantes sumas de dinero de oscura procedencia.

La secretaría de Estado de la Santa Sede expresó oficialmente su "sorpresa" y "perplejidad" por la investigación judicial y manifestó su "máxima confianza" a los directivos del banco involucrados, el presidente Ettore Gotti Tedeschi y el director general Paolo Cipriani.

Igualmente reiteró su voluntad de trabajar con "total transparencia" sobre las operaciones financieras del IOR a fin de cumplir con las regulaciones sobre el blanqueo de capitales.

La investigación judicial contra el banco de la Santa Sede, que se beneficia de la extraterritorialidad ya que se encuentra en la Ciudad del Vaticano, pudo ser abierta en base a las normas adoptadas en Italia en 2007 y que obligan a los bancos a suministrar la identidad de los autores y la naturaleza de la transacción.

El Vaticano precisó que se trata de "transferencias a través de entidades no italianas y que el destinatario es el mismo IOR". Según informaciones de la prensa italiana, el IOR se disponía a transferir 20 millones de euros al banco alemán JP Morgan Frankfurt y a otros tres institutos financieros.

Tales transferencias despertaron sospechas de la fiscalía de Roma debido a que la entidad vaticana no indicó la identidad del destinatario de la operación, violando la normativa para evitar el lavado de dinero.

La omisión de tales datos es penada hasta con tres años de cárcel y una multa de 50.000 euros. Las presuntas irregularidades en la operación ordenada por el IOR fueron detectadas recientemente por la unidad de información financiera del Banco de Italia, que las bloqueó.

El llamado banco del Vaticano administra las cuentas de varias órdenes religiosas así como de asociaciones católicas en el mundo.

El Instituto estuvo implicado en un escándalo político-financiero en los años 80 por la quiebra en 1982 del Banco Ambrosiano (del cual el Vaticano era un accionista importante) por el peso de una deuda de unos 3.500 millones de dólares y un agujero fiscal de 1.400 millones de dólares.

Según denuncias hechas en junio pasado por el diario italiano' La Repubblica' se estima que sólo en el 2004 "cerca de 180 millones de euros circularon en dos años", sin que se haya cumplido con las normas exigidas por la ley italiana.