Annan, que ha informado de la evolución del conflicto a la Asamblea General de la ONU, ha considerado que es de "interés compartido", así como de "responsabilidad compartida", actuar "rápidamente" en el caso sirio. "El proceso no puede quedar abierto", ha dicho, en alusión a la falta de avances.
"Cuanto más esperemos, más radical y polarizada se volverá la situación y más duro será alcanzar un acuerdo político", ha declarado Annan, que quiere que la comunidad internacional esté "unida" y actúe con una única voz.
Por este motivo, ha instado a todas las partes a buscar "puntos en común", ya que "las acciones o intervenciones individuales no resolverán la crisis".
Annan ha subrayado que, en la medida en que se demanda el cumplimiento de las leyes internacionales y del plan de paz de seis puntos, también debe "quedar claro" que "habrá consecuencias" si no se respetan las peticiones. "Si nos unimos tras un único proceso y actuamos y hablamos con una sola voz, creo que todavía es posible que Siria salga de esta crisis", ha añadido.
Un "momento clave"
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha alertado de que Siria se encuentra en un "momento clave". En su opinión, "los peligros de una guerra civil a gran escala son inminentes y reales", especialmente por la incapacidad tanto del régimen como de la oposición para iniciar un diálogo.
Ban ha defendido el plan de Annan como el eje central de una posible solución al conflicto, pero ha advertido de que la comunidad internacional "debe estar preparada para cualquier eventualidad". "Debemos estar listos para responder a múltiples escenarios", ha apostillado, durante un mensaje en el que, al igual que Annan, ha apelado a la "unidad".
La reunión de la Asamblea General se ha producido el día después de una matanza en la aldea siria de Mazraat al Qubeir, en la región de Hama, en la que habrían muerto 78 personas, según han denunciado activistas opositores. Esta masacre se suma a la ocurrida recientemente en Hula, donde murieron 108 personas, entre ellas 49 niños, supuestamente a manos de las fuerzas leales a Damasco.
Ban Ki Moon ha condenado la "indescriptible barbaridad" de Mazraat al Qubeir, zona a la que este jueves trataron de acceder, sin éxito, los observadores de la ONU desplegados en Siria. Ban ha informado de que los miembros de esta misión fueron atacados con armas ligeras cuando se dirigían a la aldea.
Ban ha admitido que, a falta de recoger nuevos datos, existen "pocas pruebas" sobre lo ocurrido en Mazraat al Qubeir. Supervivientes y fuentes de la oposición han atribuido la matanza a militares del Gobierno y a los 'shabbiha', una fuerza paramilitar leal al régimen.
Por su parte, la Alta Comisionada de Naciones Unidas, Navi Pillay, se ha dirigido a la Asamblea a través de un comunicado con el que ha recordado la constante violencia en Siria: "La gente está muriendo mientras hablamos".
Pillay ha apelado a la "unidad" de la comunidad internacional y se ha referido explícitamente al papel del Consejo de Seguridad, que al igual que otros órganos internacionales y países debería hablar "con una única voz". Rusia y China han vetado en el último año dos resoluciones de condena contra las actividades del Gobierno de Al Assad.