Normalidad en Colombia y Venezuela a la espera de la reunión de la Unasur

AGENCIA EFE 25/07/2010 00:00

La fecha de la reunión fue confirmada hoy por Agustín Armas, asesor de comunicación de la cancillería ecuatoriana, quien señaló a Efe que, además del caso de Venezuela y Colombia, se estudiarán mecanismos para fomentar "el diálogo y la paz" en la región.

Tras mencionar que el gobernante de Ecuador y presidente de turno de Unasur, Rafael Correa, habló de la "posibilidad" de una reunión de gobernantes, señaló que "esa es una decisión que va a ser discutida primero por las cancillerías".

De este modo, la Unasur atiende el pedido del Gobierno de Venezuela, que el jueves, por escrito, solicitó a Ecuador un encuentro de autoridades del organismo para analizar la situación tras la crisis diplomática con Colombia.

El Gobierno venezolano rompió este jueves sus lazos con Colombia "ante la gravedad" de lo ocurrido en una sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la que el representante del Ejecutivo colombiano afirmó que hay unos 1.500 guerrilleros en Venezuela, lo que fue negado por las autoridades de ese país.

El Gobierno colombiano mantiene su posición de guardar silencio sobre la crisis, actitud que también mantuvieron hoy las autoridades venezolanas, salvo el presidente Hugo Chávez, que hizo mención al problema, pero de una manera menos frontal que en días anteriores.

Desde los pasos fronterizos venezolano-colombianos los medios de comunicación reportan "total normalidad" en el tránsito entre ambos países, que en ningún momento se ha interrumpido.

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, instó hoy a sus compatriotas a que ayuden a salvar la economía de la ciudad fronteriza de Cúcuta, muy afectada por las desavenencias con Venezuela, que se remontan a hace un año, cuando Chávez ordenó poner las relaciones con Colombia en el congelador.

"Vamos a agotar la mercancía de Cúcuta, para ayudar a salvar el empleo de nuestros compatriotas de frontera", pidió Uribe tras informar de que su Administración tiene previsto realizar allí una "macrorrueda de negocios" los próximos 5 y 6 de agosto.

La ciudad, la quinta en importancia del país, es cabeza de una área metropolitana con poco más de 1,2 millones de habitantes y su economía depende del intercambio con Venezuela.

Sin hacer mención de esta ruptura, a la que no se ha referido en público, Uribe dijo que la campaña comercial en Cúcuta será una de las últimas tareas de su segundo mandato de cuatro años, que terminará el 7 de agosto próximo, cuando asumirá el oficialista Juan Manuel Santos, quien tampoco se ha pronunciado sobre la ruptura.

"Con todo el entusiasmo (pido) que los colombianos se vuelquen el 5 y 6 de agosto a comprar en Cúcuta", pidió el presidente colombiano, y recomendó que dicha campaña sea facilitada por las líneas aéreas, con boletos baratos y más frecuencias, y por los comerciantes locales, con "la mejor mercancía, al más reducido precio".

Por su parte, el mandatario venezolano, Hugo Chávez, relacionó hoy las denuncias colombianas que le llevaron a romper relaciones con una supuesta ofensiva de EE.UU. para incrementar la tensión en el mundo, que incluiría, según dijo, un ataque a Venezuela y su asesinato.

Durante los actos conmemorativos del 227 aniversario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar, Chávez manifestó que esa ofensiva tiene como fin preparar a la gente a aceptar posibles conflictos de grandes proporciones.

La escalada de la tensión, según Chávez, es verificable en focos concretos como Irán, Corea, Gaza, Irak, Afganistán y, en el caso latinoamericano, en las recientes iniciativas colombianas de acusar a Venezuela de "proteger terroristas y narcotraficantes".

El presidente venezolano dijo que esas "patrañas" tienen el objetivo de "preparar a la comunidad internacional" para que acepte la agresión, del mismo modo que fue preparada con el asunto de las armas de destrucción masiva antes de la invasión de Irak.

El gobernante reveló que una fuente personal, "que merodea por norteamérica", le advirtió de que la decisión de lanzar el ataque contra Venezuela está en marcha y en ella participarían directamente fuerzas estadounidenses.

Por su parte, Correa reiteró hoy que interpondrá sus buenos oficios ante el "grave conflicto" suscitado entre Venezuela y Colombia que ahora tienen rotas sus relaciones diplomáticas.

"Como presidente de Unasur, trataré de mediar en el conflicto, poner nuestros buenos oficios (...), pero esto es 'dejá vu', es algo visto, son cosas que hay que preguntarse", dijo y cuestionó "por qué 15 días antes de un nuevo Gobierno de Colombia se genera un conflicto de esta magnitud".

En su informe semanal de labores, Correa volvió a asegurar que se "pudo haber evitado (...) si se hubiera manejado con un poco más de prudencia y sensatez este grave conflicto".