"El uso de la fuerza aérea tienes sus límites, especialmente en áreas urbanas", señaló hoy en una rueda de prensa el general holandés Mark van Uhm, responsable de operaciones en el cuartel general de la OTAN para Europa.
Van Uhm recalcó que los aviones de la Alianza continúan realizando ataques contra el armamento pesado de las fuerzas pro Gadafi, especialmente junto a Misrata, ciudad asediada desde hace dos meses y sometida a bombardeos intensos.
Sin embargo, el general aliado recalcó que las fuerzas de Gadafi "han cambiado su táctica", al esconder los tanques y armamento pesado en zonas pobladas por civiles, que son usados como "escudos humanos" por las tropas del régimen.
"No podemos atacar esos objetivos porque se causaría daños colaterales" (víctimas civiles), reconoció el militar holandés, quien insistió en que "debemos tener cuidado con nuestros ataques".
Ante esa situación, las fuerzas de la OTAN procedieron anoche a una serie de intensos ataques sobre varios centros de mando del régimen de Gadafi en distintos puntos de Libia, incluyendo las proximidades de Trípoli.
La OTAN realizó un número no precisado de "ataques múltiples" contra instalaciones de mando y control, incluyendo "la infraestructura de comunicaciones utilizada para coordinar ataques contra civiles", según explicó en un comunicado.
También se atacó el cuartel general de la Brigada 32 del Ejército libio (a 10 kilómetros al sur de Trípoli), una unidad empleada para coordinar y dirigir las operaciones militares contra la población civil.
"Estamos atacando no solo las fuerzas en el frente, sino también su segundo escalón y los centros de mando y control del régimen", señaló el jefe de las operaciones sobre Libia, el general canadiense Richard Bouchard.
A pesar de ello, la OTAN no ha abandonado las operaciones contra las fuerzas de primera línea de Gadafi. En los últimos días sus ataques han destruido unos cuarenta carros de combate y varios vehículos blindados de infantería y sistemas de defensa antiaérea en la zona de Misrata, indicó el general Van Uhm
La pasada noche fue destruido un lanzador múltiple de cohetes, añadió.
La intensificación de los combates en torno a Misrata ha hecho que el puerto de la ciudad haya sido cerrado de forma intermitente.
La OTAN no cree necesario "por ahora" enviar buques militares para proteger a los barcos que llevan ayuda humanitaria a la ciudad, dijo Van Uhm, aunque se trata de una decisión que podría ser revisada en función de la evolución de los acontecimientos.