Rebeles chiíes capturan a setenta soldados yemeníes en el noroeste del país

AGENCIA EFE 26/07/2010 10:39

Las fuentes explicaron a Efe que este asalto se registró después una serie de enfrentamientos entre soldados y seguidores del diputado Saghir bin Aziz, por una parte, y los insurgentes fieles a Abdel Malek al Huti, en los que murieron doce rebeldes y siete militares.

Estos choques armados, que comenzaron anoche y continuaron a primera hora de hoy, estallaron después de que fracasaran los esfuerzos de mediación de líderes tribales para poner fin al conflicto entre ambas partes, que se arrastra desde la semana pasada.

La base militar asaltada, cerca de una estratégica carretera que comunica con el norte de Yemen, se encuentra cerca de la casa de Bin Aziz, situada en la provincia de Amran, vecina a la de Saada, feudo de los rebeldes.

Las mismas fuentes dijeron que el Ejército ha enviado refuerzos para recuperar la posición, mientras que la aviación militar está sobrevolando la zona.

Este ataque ocurre un día después de que el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, instara a los "hutíes" a dejar de "jugar" con la seguridad de Saada y permitir la reconstrucción de esa provincia.

En los últimos días se ha recrudecido la situación en distintos puntos del Yemen, incluyendo enfrentamientos de las fuerzas de seguridad con los rebeldes hutíes que han causado decenas de muertos.

Una de las provincias más afectadas por esta nueva ola de violencia es la de Amran, donde el pasado día 22 un choque entre los insurgentes y un cuerpo de elite del Ejército yemení se saldó con 15 muertos.

El conflicto armado entre los rebeldes chiíes y el régimen yemení se remonta a 2004 y, desde entonces, ha habido enfrentamientos intermitentes entre ambos bandos con períodos intermedios de tregua.

El 11 de agosto del año pasado, el Ejército yemení lanzó una ofensiva por tierra y aire para aplastar a los insurgentes que derivó en unos combates en los que se implicó Arabia Saudí y que causaron centenares de muertos y miles de desplazados.

Sin embargo, los rebeldes acordaron el 31 de enero con el Gobierno una tregua, como paso previo para iniciar unas negociaciones de paz, aunque los combates han continuado esporádicamente en la zona.