La duquesa ha admitido que su situación financiera "está bajo estrés" después de que se diera a conocer un vídeo en el que Sarah Ferguson acepta 40.000 dólares en metálico de un supuesto empresario. Según el periódico, sin que el príncipe lo supiera, la duquesa prometió que les presentaría a su ex marido, quien les ayudaría en sus lucrativos negocios. Pero pidió un porcentaje de los beneficios.
La duquesa ha emitido un comunicado en el que dice que está "profundamente arrepentida de la situación y de la vergüenza pasada".
"Es verdad que mi situación financiera es precaria. Sin embargo no es excusa para este serio lapsus de juicio y lamento mucho lo ocurrido. Confirmo que el duque de York no era consciente ni estaba envuelto en ninguna de las conversaciones que tuvieron lugar. Lamento sinceramente mis acciones", ha añadido.
"El duque ha hecho una significativa contribución a su papel de hombre de negocios en los últimos diez año y siempre ha actuado con completa integridad", observa.
El escándalo es vergonzoso para la familia real británica. La duquesa es la ex mujer del duque de York y madre de las princesas Beatriz y Eugenia, dos de los ocho nietos de la Reina.
En los últimos meses, Sarah Ferguson, de 50 años, ha tenido que enfrentar graves problemas económicos por segunda vez en su vida. Algunos informes indicaban hace algunas semanas que estaba "al borde de la quiebra".
A mitad de los años 90, Fergie tuvo que hacer frente a deudas por más de 4 millones de libras (unos 4.634.000 de euros), pero consiguió salir del agujero vendiendo su autobiografía por más de dos millones de libras (2.316.600 de euros).