Esto es Alepo, un día cualquiera en un rincón cualquiera. Una búsqueda de tantas entre tanta ceniza. Pero de repente el grupo de hombres ha oído un ruido, y una niña del edificio derruído en el bombardeo está desaparecida. Los nervios y la prisa se apoderan de ellos. Escarban la tierra con las uñas, apartan la tierra parte a parte hasta que finalmente....: Aparece. Inmóvil, cubierta de polvo, como si fuera una de las figuras esculpidas en lava de Pompeya . Delicadamente, la limpian. Esperan el milagro y el milagro llega. La niña se mueve. Lenta, pausadamente va desperezándose hasta que el llanto es recibido como si fuera una bendición. Pasan otros minutos eternos mientras consiguen liberarla del todo pero ya está. De vuelta a la vida. A un oasis de vida en medio de un desierto de muerte.