En una declaración previa a la cumbre informal que mañana reunirá en Bruselas a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión, Topolànek reiteró que Europa sólo superará la crisis con una actuación coordinada y que respete la normativa comunitaria.
"No queremos nuevas líneas divisorias; no queremos una Europa dividida de norte a sur o de este a oeste", subrayó el primer ministro checo, quien consideró "inaceptable" que algunos Estados miembros adopten medidas que perjudican a los países vecinos.
Topolánek destacó la importancia de mantener el mercado interior, que debe convertirse en el motor de la recuperación.
La reunión extraordinaria tiene por objeto mostrar la unidad de los Veintisiete ante la crisis y poner freno a las posibles tentaciones proteccionistas de algunos países.
En su declaración el mandatario checo insistió en que, para que sean efectivos los estímulos fiscales puestos en marcha por los gobiernos, es fundamental restaurar el funcionamiento normal del crédito.
"Todas los esfuerzos y medidas para combatir la crisis en la UE deben respetar el principio de solidaridad, pero también es necesario que todos