Zapatero apeló a la ONU para que "persevere sin descanso" a fin de lograr un compromiso que obligue a los todos países en la lucha contra el cambio climático.
Defendió que el acuerdo "debe caminar hacia un tratado internacional vinculante" y afirmó que "vamos a intentarlo hasta el final". Sobre este aspecto, los países emergentes están mostrando "una ambición aun más limitada", según Zapatero.
Abogó por un acuerdo que incluya un compromiso de reducción global de emisiones del 50% hasta 2050, que obligue a los países ricos a reducir las suyas en un 80%, lo que garantizaría que la temperatura media del planeta no supere los dos grados hasta 2100.
El presidente español destacó también "la transparencia y el control" de los recursos que deben transferir los países ricos a los no desarrollados para que caminen hacia una economía baja en carbono como otro de los obstáculos para lograr un acuerdo en esta cumbre.
Zapatero destacó la "coherencia, seriedad y rigor" de la Unión Europea en el proceso negociador, "manteniendo un compromiso firme y una postura ambiciosa a la hora de financiar a los países menos desarrollados", y aseguró que los Veintisiete van a mantener esa coherencia "hasta el final".
Obama, "a actuar, no a hablar"
El presidente norteamericano, Barack Obama, ha asegurado ante el plenario de la Cumbre, que "viene a actuar, no a hablar" al tiempo que ha subrayado que Estados Unidos está preparado para alcanzar un acuerdo, pero si todas las partes se mueven.
Obama ha recalcado que, además de reducir sus emisiones, se unirá a los dos fondos de financiación para los países en desarrollo, particularmente para los más pobres y vulnerables, "si y solo si" es parte de un acuerdo que contemple mitigación, transparencia y financiación.
Brasil, dispuesto a financiar la lucha contra el cambio climático
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha anunciado durante su intervención en el plenario de la Cumbre que su país está dispuesto a contribuir con fondos en la financiación para la lucha contra este fenómeno.
"Si fuera necesario hacer más sacrificios, Brasil estaría dispuesto a colocar dinero para ayudar y participar en la financiación", afirmó Lula, condicionando su promesa a que se acuerde una propuesta final que satisfaga a todas las partes.