Zelaya llegó hoy a Guatemala procedente de Washington, y por más de una hora se entrevistó en privado con el presidente del país, Álvaro Colom, con quien habló sobre la situación de Centroamérica y específicamente de la crisis en Honduras.
En rueda de prensa en la Casa Presidencial, el depuesto presidente recordó que ha intentado al menos dos veces ingresar a Honduras, pero se lo han impedido con la fuerza de las armas.
"Por las buenas o por las buenas, voy a regresar. He tenido la paciencia y la tolerancia con el fin de procurar un arreglo a través del Plan Arias", anotó.
Zelaya dijo que la comunidad internacional le reconoce como presidente legítimo de su país y que se han tomado todas las medidas necesarias para revertir el golpe.
"El Gobierno de (facto de Roberto) Michelleti está aislado. Ya se retiraron todos los embajadores y se pararon los trámites de operaciones del régimen golpista en muchos países y en respuesta ha habido más represión contra el pueblo hondureño", añadió.
El depuesto presidente reiteró que no claudicará en sus intenciones de volver a Honduras para ser reinstalado en el poder, pero dijo que la espera que ha dado al proceso es para que su regreso sea bajo un acuerdo de paz y dar un ejemplo de democracia en América Latina.
"Jamás voy a aceptar mi destierro", afirmó Zelaya, quien sostuvo que seguirá "luchando por la democracia y la justicia en Honduras".
También denunció que el pueblo hondureño está siendo "terriblemente" afectado por la crisis que desató el golpe en su contra y aseguró que se están produciendo asesinatos y violaciones a los derechos humanos en su país que no se conocen.
Zelaya agradeció la solidaridad del presidente Colom, quien le reiteró hoy que su Gobierno y Guatemala solo lo reconocen a él como presidente de Honduras.
"Mi Gobierno no acepta el golpe militar, el presidente (Zelaya) debe regresar antes de las elecciones", manifestó el mandatario guatemalteco.
Colom afirmó que si Zelaya no retorna, el proceso electoral en Honduras previsto para el 29 de noviembre no será legítimo.
Zelaya anotó que la comunidad internacional no reconoce a Michelleti y que, por lo tanto, las elecciones no serían transparentes y el resultado sería "ilegítimo".
Añadió que América Latina y Europa están unidas en evitar que alguien que dio un golpe de Estado obtenga legitimidad porque "sería un mal precedente" para las democracias, aunque "un buen negocio para los golpistas salir impunes", expresó.