"Nuestra visita a Erbil es para coordinar un plan conjunto para liberar al pueblo de Nínive", ha dicho Al Abadi en la rueda de prensa que ha ofrecido junto al presidente de la región autónoma del Kurdistán, Masud Barzani.
Al Abadi ha subrayado la importancia de "diseñar la estrategia" para recuperar Nínive, revelando que ya se han puesto en marcha las discusiones sobre "coordinación militar y económica, sin condiciones previas", según informa Rudaw.
El jefe de Gobierno ha explicado que la reconquista de Nínive tiene como objetivo prioritario Mosul, una de las ciudades más importantes de Irak, revelando que hay un calendario preciso para su toma, aunque ha rehusado detallarlo para no acabar con "el elemento sorpresa".
Sobre las fuerzas que participarán en la ofensiva sobre Nínive, Al Abadi se ha limitado a decir que "sus habitantes tendrán un papel clave en la liberación". Por su parte, Barzani, ha deslizado que habrá participación peshmerga (combatientes kurdos), aunque su papel exacto tendrá que determinarlo un comité 'ad hoc'.
LOS ERRORES DE TIKRIT
La reciente victoria en Tikrit, que las fuerzas iraquíes recuperaron el pasado 1 de abril, ha animado a Bagdad y sus aliados a seguir avanzando para asumir de nuevo el control de las vastas zonas del norte del país que perdió el año pasado a manos del Estado Islámico.
"El Estado Islámico se dispersó como la sal en Tikrit. Nos sorprendió porque fue una victoria rápida, fue una victoria limpia", ha destacado el primer ministro en un comunicado difundido por la red social Facebook.
Sin embargo, la toma de Tikrit ha sido objeto de numerosas críticas por los desmanes que se han producido ya con las fuerzas iraquíes a los mandos. A este respecto, Al Abadi ha admitido errores, detallando que 64 casas y 85 locales comerciales fueron incendiados y prometiendo que "los responsables serán castigados".
A pesar de ello, ha advertido de que "los enemigos de Irak están intentando distorsionar esta victoria dramatizando los acontecimientos que tuvieron lugar después con el objetivo de influir en las emociones de los iraquíes, que apoyan a las fuerzas militares".
En cualquier caso, y para prevenir incidentes mayores, Al Abadi ha subrayado que "los amigos del Estado Islámico serán juzgados en los tribunales por el imperio de la ley". "No puede haber revanchas por parte de civiles", ha aclarado.
PRIMERA VISITA A ERBIL
De esta forma, Al Abadi ha aprovechado la primera visita que ha realizado a Erbil desde que llegó al cargo, el 8 de septiembre de 2014, para reeditar la alianza entre Bagdad y el Kurdistán iraquí contra el Estado Islámico.
Al Abadi ha aterrizado en el Aeropuerto Internacional de Erbil, junto a una delegación militar liderada por el ministro de Defensa, Jaled al Obeidi, donde ha sido recibido personalmente por el líder regional. "Gracias por la bienvenida", ha dicho el primer ministro.
La irrupción del Estado Islámico en grandes zonas del norte de Irak ha obligado a Bagdad y Erbil a dejar a un lado un pasado de tensas relaciones bilaterales y aunar fuerzas para expulsar de su territorio al grupo yihadista.