En su comunicado, ha destacado que los fondos serán destinados a las provincias de Sulaimaniya y Diyala, resaltando que en total serán destinado 3.000 millones de dinares (cerca de 2,2 millones de euros) a estos esfuerzos.
Asimismo, ha señalado que la orden "está fundamentada en un informe del comité gubernamental que realizó una visita al terreno para analizar los daños causados por el terremoto".
El seísmo, de magnitud 7,3 en la escala de Richter, provocó graves daños en hospitales y escuelas de Irak, provocando además cortes en el suministro de electricidad y agua.
Las autoridades de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí prometieron la entrega de un presupuesto especial para compensar a las víctimas, entre las que figuran alrededor de 300 heridos.
Las autoridades de Irán han elevado este mismo domingo a 483 los muertos a causa del terremoto, agregando que cerca de 12.400 personas resultaron heridas.
Irán e Irak están situados sobre varias fallas tectónicas y son relativamente frecuentes los terremotos. El terremoto más grave de los últimos años ha sido el de 2003 en Bam, en el sureste de Irán, que provocó 31.000 muertos.