"Una vez más digo que, si somos invitados a una cumbre de la Liga Árabe, iremos porque representamos al pueblo palestino, y no se debe invitar a nadie más para representarlo", ha manifestado, según ha informado la agencia palestina de noticias Maan.
En la cumbre que celebró el organismo regional la semana pasada en Doha, el emir de Qatar, Hamad bin Jalifa al Zani, abogó por celebrar una reunión en El Cairo para impulsar la reconciliación palestina y apostó por la presencia de representantes de Al Fatá y del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
"Dejamos claro en Doha que iremos a la minicumbre (de El Cairo) si somos invitados. Cuando acuerden la estructura de la misma, iremos, representaremos a nuestro pueblo y diremos lo que tenemos que decir", ha agregado Abbas.
Por su parte, el alto cargo de Hamás Sami Abu Zuhri ha indicado que la Liga Árabe debe replantearse quién representa a Palestina en base a la actual división existente. "Una parte usa sus relaciones para imponerse, mientras que la otra, que ganó su legitimidad a través de unas elecciones, no está disfrutando de la misma", ha valorado, según ha informado el diario saudí 'As Sharq al Awsat'
En respuesta, Abbas ha reseñado que se trata de "una actitud ridícula", si bien ha matizado que "no se puede culpar a Hamás en su conjunto, ya que es únicamente un alto cargo el que ha hecho estas declaraciones".
"Sin embargo, cuando alguien dice algo así, desgraciadamente planea otras cosas. Buscamos la reconciliación y ellos pretenden abortarla, en caso de que un representante de Hamás haya dicho eso", ha reiterado.
En este sentido, ha dicho que la reconciliación "no tiene por qué seguir un camino complicado" y ha destacado que "conseguirla no requiere nuevos procedimientos ni caminar por pasillos alfombrados". "En principio, los puntos de desacuerdo son mucho menores que los esfuerzos que se están llevando a cabo", ha remachado.
La separación administrativa y territorial entre Cisjordania y la Franja de Gaza se produjo en 2007 tras la victoria de Hamás en las elecciones legislativas de 2006.
La victoria del movimiento islámico en los comicios, valorados como justos por lo observadores electorales internacionales, provocó que la comunidad internacional cortara sus ayudas a las autoridades palestinas.
Esto abocó a Al Fatá y a Hamás a unos enfrentamientos que finalizaron con la separación territorial y administrativa de Cisjordania y la Franja de Gaza. Desde entonces, Al Fatá controla Cisjordania --a pesar de no haberse hecho con la victoria en las elecciones-- y Hamás está al frente de la Franja.
Por otra parte, Hamás ha denunciado en varias ocasiones la legitimidad de Abbas como presidente de la Autoridad Palestina, ya que accedió al cargo en 2005 y su mandato expiró oficialmente el 9 de enero de 2009. Sin embargo, Al Fatá alega que su estancia en el puesto es legítima ante la ausencia de elecciones presidenciales.