La actuación policial en los disturbios de agosto se vio perjudicada por el fallo del sistema de comunicación

EUROPA PRESS 04/12/2011 16:31

La Policía ha admitido que los errores en la coordinación que provocaron una respuesta "ineficaz" durante las primeras 48 horas de los disturbios y que algunos agentes actuaban "sin dirección" debido a estos fallos en la comunicación, perdiendo el control de la situación.

El Centro de Cordinación de Información de la Policía Nacional (PNICC por sus siglas en inglés) falló al no dar una respuesta eficaz en esos primeros días de desorden y según destaca el informe realizado sobre lo sucedido en esos días, por la Federación de Policía, y que se ha filtrado al periódico: "Durante el período de 'limbo' durante los disturbios en Londres, el PNICC falló en la coordinación de la estrategia", cita el informe.

Los disturbios comenzaron en Tottenham después de que un joven falleciera a raíz de un tiroteo con la Policía. La confusión sobre las circunstancias de su muerte provocaron una oleada de rumores en las redes sociales y los medios de comunicación en los que se decía que "había sido asesinado" por la Policía.

El informe califica como "esencial" que en el futuro se facilite un comunicado de prensa desde el principio acordado por investigadores de alto nivel y todas las partes interesadas.

Además, entre otros errores la falta de material antidisturbios restringió el número de agentes que podían ser desplegados de forma segura y la escasez de vehículos ocasionó que agentes tuvieran que hacer uso de autobuses escolares para desplazarse.

El plan de movilización de las fuerzas de la Policía metropolitana se vio afectado por el desorden público, por lo que rangos superiores del cuerpo de seguridad se desplazaron a zonas sin conocer la localidad y saber a ciencia cierta la táctica que seguirían. Se produjo así un vacío en el que quedó al descubierto la falta de vínculos entre la Policía y los líderes comunitarios.

El descontrol de los procedimientos habituales de movilización provocó a su vez una confusión acerca del número de oficiales que se encontraban de servicio.

Finalmente el informe apunta también a la sucesión de errores, la torpe respuesta de las autoridades y la pérdida del "respeto" a los agentes locales por parte de los delincuentes.