Las adolescentes en emergencias humanitarias, víctimas de abusos principalmente por familiares y parejas

EUROPA PRESS 27/11/2017 14:50

El estudio, realizado entre preadolescentes y adolescentes en Etiopía, Pakistán y República Democrática del Congo (RDC), muestra que la desigualdad sistémica de género lleva a las chicas a aceptar la violencia de género y a tener pocas expectativas respecto a sus futuros.

El 71 por ciento de las niñas consultadas en Etiopía y el 81 por ciento de las consultadas en RDC consideran aceptable que un hombre golpee a su mujer en determinadas circunstancias, mientras que en este último país africano el 95 por ciento de las menores consideran que una mujer debe tolerar la violencia para mantener a la familia unida.

Según ha indicado IRC en un comunicado, el estudio también ha detectado que las niñas más pequeñas, algunas de tan solo 10 años, son más propensas a denunciar la violencia que las de mayor edad, lo cual pone de manifiesto la necesidad de soluciones más focalizadas como intervenciones sociales y emocionales, asesoramiento y redes de apoyo entre adolescentes.

"Este estudio demuestra los estremecedores y generalizados niveles de violencia que están experimentando las chicas preadolescentes y adolescentes que viven en emergencias humanitarias", ha resaltado la vicepresidenta de política y prácticas de IRC, Jodi Nelson.

La responsable de IRC ha señalado que "las pruebas muestran que la mayoría de la violencia la perpetran aquellos cercanos a ellas y esto debería tener grandes implicaciones en cómo se diseñan los programas humanitarios para prevenir y responder a la violencia contra las niñas".

Las niñas que han participado en el estudio tenían acceso limitado a redes sociales y figuras femeninas en las que confiar y muchas tenían pocas esperanzas y expectativas respecto a su futuro. Según IRC, los programas humanitarios suelen ignorar a las preadolescentes y adolescentes, centrándose tradicionalmente en los niños pequeños o las mujeres.

Para cubrir esta brecha, la ONG trabajó para mejorar el bienestar social, emocional y psicológico de las adolescentes, ayudarles a construir redes de apoyo y a sentirse más positivas respecto a sí mismas y su futuro. Todo ello son pasos importantes para reducir la exposición de las chicas a la violencia y ayudarles a recuperarse cuando la han experimentado, ha incidido.

Los efectos de este trabajo fueron evidentes. Así, en Etiopía las menores pasaron a tener el doble de probabilidades de tener amigas o a una mujer adulta que no fuera miembro de su familia en la que confiar, mientras que en RDC el número de chicas que tenían cuatro o más amigas pasó del 54 por ciento al 96 por ciento. En el caso de Pakistán, aumentó el porcentaje de chicas que creían que tenían que tener las mismas oportunidades que los hombres. En los tres países, las adolescentes se sentían más esperanzadas sobre su futuro.

En base a estos hallazgos, IRC ha reclamado una mayor planificación y financiación centrada en las niñas preadolescentes y adolescentes en emergencias humanitarias que reconozca de forma diferenciada a este grupo de edad y responda a sus necesidades particulares.