El embajador estadounidense en Afganistán, Karl W. Eikenberry, se ha apartado brevemente de su tradicional línea diplomática al responder de manera educada pero contundente a las cada vez más ácidas críticas del presidente afgano, Hamid Karzai, contra la presencia de la coalición militar internacional en el país centroasiático.
"Cuando llamáis ocupadores a los americanos que servimos en vuestro país, lo único que conseguís es confundirnos y hastiarnos sobre nuestro papel en este conflicto", declaró Eikenberry en un discurso pronunciado ante centenares de estudiantes en la universidad de Herat donde recordó "el enorme coste" que la guerra se está cobrando entre los estadounidenses.
Si bien Eikenberry jamás nombró al presidente afgano durant su discurso, sus declaraciones abordaron puntos de fricción entre ambos Gobiernos, en particular las numerosas muertes civiles como víctimas colaterales en bombardeos de la coalición internacional. "Nos sentimos heridos en nuestro orgullo cuando escuchamos que nos llaman ocupadores o cosas peores, cuando nos dicen que nuestros generosos programas de ayuda son completamente ineficaces o fuente de toda corrupción", indicó en declaraciones recogidas por el diario 'The New York Times'.
El discurso de Eikenberry llega un día después de la crítica más dura pronunciada por Karzai contra la presencia estadounidense tras un bombardeo aliado sobre Helmand que se cobró la vida de varios civiles. "Si siguen atacando nuestras casas, se van a convertir en una fuerza de contra el pueblo afgano, y en ese caso, la historia demuestra lo que hacen los afganos con los ocupadores y los intrusos", declaró.
La resupuesta de Eikenberry fue proporcionada y remitió directamente a la memoria de los soldados estadounidenses fallecidos en el conflicto. "Cuando líderes vuestros nos llaman ocupadores, no me siento capaz de mirar a los ojos de las familias de los soldados que han perdido sus brazos, sus piernas, sus vidas. No puedo proporcionarles una respuesta confortable", declaró Eikenberry, quien abandonará su cargo a finales de este verano. "Tras dos años aquí, donde he aprendido a jugar al cricket, sólo me queda por lamentar que los comentarios de algunos de vuestros líderes son dañinos e inapropiados".
"Os he hablado con franqueza, desde el corazón y como un amigo", concluyó Eikenberry, que fue despedido entre aplausos.