Según la organización, con sede en Londres pero que cuenta con una densa red de informantes dentro de Siria, el balance incluye a 64 civiles desarmados (entre ellos cinco niños), catorce combatientes rebeldes, tres soldados renegados (incluido un comandante rebelde) y 46 miembros de las fuerzas del régimen de Bashar al Assad.
Los mayores balances de víctimas civiles se dieron en las provincias de Región de Damasco (sur), con 19 muertos (once en la ciudad de Duma), y Alepo (norte), con otros 19 fallecidos a causa de bombardeos, disparos de francotiradores y torturas por parte de las fuerzas del régimen.
Aparte, el Observatorio ha registrado la muerte de ocho civiles en las provincias de Deir Izzor (tres niños) y Deraa, tanto a causa de los bombardeos como de los disparos de los francotiradores del Ejército gubernamental.
Por otra parte, la organización ha registrado la muerte de catorce milicianos rebeldes, seis en Región de Damasco, cuatro en Idlib (norte) y dos en Alepo, así como de tres soldados renegados del régimen en enfrentamientos con los soldados en Deraa, Deir Izzor e Idlib.
Por último, el Observatorio ha informado de la muerte de "no menos de 46 miembros de las fuerzas del régimen", incluidos tres oficiales, en ataques contra puestos de control y en enfrentamientos directos, fundamentalmente en las provincias de Alepo (21) e Idlib (diez).